El próximo 29 de mayo se cumplen 30 años de la muerte de la actriz alemana Romy Schneider, a la que muchos recuerdan por encarnar a la emperatriz Sissi de Austria en las pantallas.

A día de hoy se desconoce si se le rendirá algún homenaje o acto de recuerdo, pero lo cierto es que este domingo, la localidad alemana de Bayreuth, al sur de Alemania, acoge una subasta de prensas que pertenecieron a la actriz que trabajó a las ordenes de Visconti, Chabrol o Costa Gabras.

La casa de subastas Boltz lanza a la venta un lote de prendas que pertenecieron a la actriz y que según los responsables de Boltz puede atraer a un gran numero de los seguidores que siguen fieles a la actriz tres décadas después de su muerte.

Hermi Steckel, ayudante de dirección y persona de confianza de la actriz fue quien entregó las prendas a Werner Baumann, de la casa de subastas, y que ya organizó una venta de los citados objetos en 1994 también en Bayreuth.

Hace 18 años personas de todo el mundo pujaron por las prendas y objetos que en su mayoría fueron adquiridos por el Museo Sissi de Múnich, que lleva cerrado varios años. Como consecuencia de este cierre las piezas han vuelto de nuevo a la casa de subastas desde donde se les buscará un nuevo comprador.

Entre las piezas destacan: un vestido rojo, con precio de salida de 1.551 dólares, otro en estampado pata de gallo (646 dólares), un abrigo color champagne (1.034 dólares), un traje de Chanel negro (1.552 dólares), una chaquetilla de visón (258 dólares) o un sombrero en color verde y azul (129 dólares).