Estrenos de cine

Parecía llamado a brillar en los salones aristocráticos y acabó trabajando sin descanso en la pantalla; su perfil aguileño, su gesto elegante y sus casi dos metros de estatura le hacían perfecto para interpretar a nobles y gente de importancia, pero tuvo que cargar frecuentemente con personajes ridículos; sus estudios en los mejores colegios británicos parecían abocarle a una vida de estudio pero acabó ejerciendo como experto en artes esotéricas y rituales diabólicos.

CHRISTOPHER FRANK CARANDINI LEE, hijo de una condesa y de un militar condecorado en la guerra de los boers, hijastro de un banquero, nieto de una soprano, pariente lejano de IAN FLEMING, trabajó mucho, en mas de trescientas películas y programas de televisión, casi siempre en terrenos fantásticos y terroríficos, esos que le llevaron a la fama y a este punto cuando cumple noventa años.

LEE combatió en la II Guerra Mundial, a pesar de que mas tarde le negarían un papel en EL DÍA MAS LARGO por no tener aspecto militar, él que tantos mariscales y capitanes de barco ha interpretado, aunque lo hizo en el servicio secreto. Dicen que en el transcurso de sus misiones, secretas por supuesto, vivió grandes peligros, mató a bastantes enemigos y que conserva en su memoria tremendos secretos que jamás podrá rebelar porque firmó un compromiso de silencio.

Terminada la guerra llegó a la radio en el año 47 y después al cine. En 1.948 apareció en ocho películas, entre ellas LA EXTRAÑA CITA en la que conoció a TERENCE YOUNG, mas tarde director de las primeras películas de JAMES BOND, con el que trabajaría en una docena de films, HAMLET de LAURENCE OLIVIER en cuyo rodaje conoció a PETER CUSHING compañero de tantas aventuras cinematográficas, y UNA CANCIÓN PARA MAÑANA en la que trabó conocimiento con TERENCE FISHER, director de las mejores películas fantásticas que le tocaría interpretar.

Poco tiempo después se le vio en EL HIDALGO DE LOS MARES, ejerciendo de capitán de un barco español al que abordaba el navío de GREGORY PECK.  Otra película de piratas en la que se le pudo ver a comienzos de los años cincuenta fue EL TEMIBLE BURLÒN: Y vivió múltiples aventuras exóticas haciendo de sultán o de sumo sacerdote. Ya llevaba una cincuentena de títulos a las espaldas cuando entró en su vida la productora HAMMER que estaba dispuesta a revitalizar a los monstruos que había popularizado veinte años antes la UNIVERSAL. TERENCE FISHER como director y PETER CUSHING como protagonista serían los nombres que llevarían a la fama a esta compañía. Necesitaban a un oponente de altura. Y justamente fue por la altura por lo que contrataron a CHRISTOPHER LEE para interpretar al monstruo en LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN. Y al año siguiente DRÁCULA convirtió a LEE en una estrella de la serie B.

Dicen que pidió aumento de sueldo y los directivos le castigaron con papeles secundarios en EL PERRO DE LOS BASKERVILLE y LAS DOS CARAS DEL DOCTOR JEKYLL, mientras rodaban otra película de vampiros, LAS NOVIAS DE DRÁCULA, con otro protagonista, DAVID PEEL, que no pasó a la historia. LEE aceptó hacer LA MOMIA, película en la que aparece totalmente vendado casi todo el metraje o DRÁCULA, PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS donde su papel queda reducido a la media hora final y no dice una sola palabra, según él porque se negó a pronunciar las estúpidas palabras de había escrito el guionista. Pero la HAMMER y LEE se necesitaban mutuamente, porque aquella hacía mejores taquillas con LEE como villano y este no conseguía salir de los papeles secundarios o, lo que es peor, de las parodias, como AGARRAME ESE VAMPIRO o HERCULES EN EL CENTRO DE LA TIERRA que rodó en ITALIA. En el año 61 interpretó, por primera vez a un villano chino en EL TERROR DE LOS TONGS, como preludio a las seis películas en las que encarnaría a FU-MANCHÚ. Y en EL COLLAR DE LA MUERTE representó por primera vez a SHERLOCK HOLMES (años mas tarde interpretaría a su hermano MYCROFT en LA VIDA PRIVADA DE SHERLOCK HOLMES de BILLY WILDER, siendo el único actor que ha prestado su aspecto a ambos personajes) mientras aparecía en todas las películas de terror que producían las productoras rivales de la HAMMER.

Con un director español al que conoció en FU-MANCHÚ Y EL BESO DE LA MUERTE, JESÚS FRANCO, rodó varias películas, entre ellas una nueva versión de EL CONDE DRÁCULA. También interpretó un SHAKESPEARE, EL ASESINATO DE JULIO CESAR, apareció en una adaptación de LOS TRES MOSQUETEROS y encarno a SCARAMANGA, el villano de EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO, la segunda película de JAMES BOND protagonizada por ROGER MOORE. Pero cada cierto tiempo volvía a la HAMMER y al personaje que le dio la fama: DRÁCULA VUELVE DE LA TUMBA, EL PODER DE LA SANGRE DE DRÁCULA, LAS CICATRICES DE DRÁCULA y LOS RITOS SATÁNICOS DE DRÁCULA donde se reencontró con PETER CUSHING. A CHRISTOPHER LEE le tocó siempre la peor parte: en la moda del cine de catástrofes apareció en AEROPUERTO 77 y EL ÚLTIMO DÍA DEL MUNDO, en EL PASAJE o 1.941 tuvo papeles episódicos, en un telefilm sobre la historia de CARLOS y DIANA de INGLATERRA cargó con el papel de FELIPE DE EDIMBURGO. Si hasta tuvo que ejercer de malo en una de las primeras películas de CHUCK NORRIS como protagonista: GOLPE POR GOLPE.

Llegado a lo mas bajo, LOCA ACADEMIA DE POLICIA: MISIÓN EN MOSCÚ, se encontró con TIM BURTON que acababa de perder a su ídolo, VINCENT PRICE, y que acogió a LEE como sustituto. Con él rodaría, a veces utilizando solo su voz, SLEEPY HOLLOW, CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE, LA NOVIA CADÁVER, ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS, SOMBRAS TENEBROSAS y FRANKENWEENIE todavía sin estrenar. Y luego, naturalmente, está el SARUMAN de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y EL HOBBIT y el CONDE DOOKU de STAR WARS con los que LEE ha permanecido en pantalla. No hay película fantástica que no le reclame. Y a los noventa años sigue trabajando.

LEE es un hombre del que muchos alaban su exquisito trato y algunos recuerdan su excesiva tacañería, pero todos están de acuerdo en que se trata de una de las figuras mas icónicas del cine fantástico, un género menor seguramente, pero con los aficionados mas fieles que se conocen. A los noventa años sigue sin pensar en la jubilación. ¿Será la consecuencia de algún experimento de un mad doctor de esos que abundan en sus películas o del conjuro de uno de los hechiceros a los que frecuentemente ha interpretado? Pues que difunda la fórmula.

Félix Linares