El Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES) de Pamplona/Iruña propone 46 medidas concretas para reducir en 40.000 toneladas la emisión de gases de efecto invernadero para 2015, y supone “otro escalón más” para conseguir que en 2010 cada ciudadano emita 1,1 tonelada menos de CO2.
Se trata de avanzar en el compromiso que Pamplona suscribió ahora hace dos años en Bruselas (febrero de 2009) y que ya han ratificado 2.181 alcaldes de toda la Unión Europea, según ha informado el consistorio en una nota.
La estrategia a largo plazo afecta a los cuatro sectores (transporte, residencial, servicios y residuos) que contribuyen fundamentalmente a la emisión de gases de efecto invernadero, en la línea de reducir un 20 % las emisiones contaminantes en 2020.
Además de las medidas de apoyo activo y sensibilización relativas a los ciudadanos, el Ayuntamiento de Pamplona se ha propuesto en este proceso tareas respecto de la gestión energética municipal (edificios, alumbrado público, vehículos, transporte público y energías renovables).
Este plan, muchas de cuyas medidas se iniciaron ya en 2010 estando el documento en fase de borrador, será revisado cada dos años para analizar su grado de ejecución y la evolución de las emisiones.
Así, la primera prioridad es el transporte privado, ámbito en el que el inventario de febrero de 2010 cuantificaba las emisiones en el municipio de Pamplona en 1.130.669 toneladas de CO2 equivalente, lo que suponía un incremento del 8 % sobre las emisiones del anterior registro, en 2004.
El compromiso de Pamplona es reducir en un 20% las emisiones para 2020, pero no en la misma proporción en cada sector, de forma que si el transporte (esencialmente el privado) suponía en 2008 un 57% de las emisiones contaminantes de la ciudad, con 3,3 toneladas de CO2 por habitante, la propuesta municipal es hacer descender ese índice en un 27 %, hasta llegar a las 2,4 toneladas por habitante.
Las medidas propuestas a corto plazo son las de fomentar la movilidad a pie, en bicicleta o en transporte público, mediante la instalación de ascensores urbanos, carriles bici y bus, y realizando reurbanizaciones en algunas calles.
La segunda contribución a la contaminación, según los datos del inventario, era el sector residencial con un 25% de las emisiones, de forma que el Plan a corto plazo propone continuar con las actuaciones de fomento mediante el apoyo económico a las rehabilitaciones y renovaciones de aislamientos y servicios de los edificios.
La asesoría personalizada por parte de la Agencia Energética a propietarios e inquilinos y campañas generales de ahorro energético, son otras de las medidas del área, medidas con las que el Ayuntamiento pretende impulsar una reducción del indicador en un 17% de forma que de 1,4 toneladas por habitante en 2008, se pase a 1,2 en 2020.
Si en 2008 el sector de actividad que mejor se había comportado era el de “residuos” gracias al esfuerzo cada vez mayor en la separación para reciclaje, el PAES se marca como reto reducir aún más sus índices y llegar a un 30% menos de emisiones contaminantes asociadas a residuos ( de 0,07 toneladas a 0,05).
En esta dinámica el Ayuntamiento de Pamplona contempla también el aumento en un 189% de la energía proveniente de fuentes renovables en la ciudad.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Pamplona es también un agente social, y como tal, consumidor de energía y productor de emisiones, por lo que se ha planteado medidas exigentes a corto plazo de forma que en 2015 pretende cumplir la mitad del objetivo final y reducir el 10% las emisiones.
Así, actuará sobre los consumos energéticos de los edificios municipales existentes, impulsará que los nuevos edificios sean de bajas emisiones o emisiones cero, seguirá aumentando la eficiencia del alumbrado público, sustituirá vehículos tradicionales de la flota del Consistorio por vehículos de bajas emisiones y seguirá colocando Instalaciones Solares Fotovoltáicas, térmicas, de biomasa, geotérmicas o minicentrales eólicas.