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Pamplona inaugura el Centro de Interpretación de sus murallas

Las murallas de Pamplona/Iruña revivieron el sábado el ambiente que les caracterizaba en el siglo XIX, con un batallón de Infantería Ligera al uso de los soldados de la Guerra de la Independencia española, además de capellán y cantineras, que han inaugurado el Centro de Interpretación de las Fortificaciones.

La cita ha tenido lugar en el Fortín de San Bartolomé, de nuevo acuartelamiento por un par de horas, donde una treintena de figurantes de la Asociación Histórica de Voluntarios de Aragón, especializados en el período napoleónico, han recreado la época histórica en la que se creó esta defensa avanzada de la ciudad.

Tras ser acogida por la “Escuadrilla de honores”, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, ha inaugurado el Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona, una instalación de cuatro salas, con proyecciones audiovisuales y paneles interactivos que dan cuenta de la historia de las murallas de la ciudad.

Al respecto, Barcina ha dicho satisfecha que hoy se recogía “el trabajo de todo un año” y de la inversión de 2 millones de euros aportados por el Gobierno estatal, si bien este enclave recuperado “pone el broche de oro” a más de 20 actuaciones que se han llevado a cabo en los últimos años en Pamplona y que han supuesto una inversión de 80 millones, en los que han participado el Ayuntamiento, los gobiernos foral y estatal y la Unión Europea.

En cuanto al Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona, sus tres objetivos son los de “seguir recuperando el patrimonio que tiene nuestra ciudad en murallas, que son un ejemplo en el patrimonio de las ciudades amurallas de Europa“.

Otro fin es el de instalar un “museo interactivo, dinámico y donde se pueda aprender de nuestra historia“, y el tercero es servir de “punto de partida y referencia para servir de atractivo turístico y poder recorrer esos 5 kilómetros de recinto amurallado que hemos hecho más accesible“, ha dicho Barcina.

Al respecto, ha recordado la recuperación que ha vivido esta zona de la ciudad en los últimos años, con una pasarela recientemente inaugurada que conecta el Ensanche con el Casco Antiguo y un ascensor que salva el desnivel hacia el río Arga.

Por ello, ya tras años de obras de recuperación del patrimonio pamplonés, “ha llegado el momento de disfrutar“, ha deseado, para zanjar el acto convencida de que “si Pamplona ha vivido con las murallas como referente tantos siglos, a partir del XXI también servirán para la vida de pamploneses“.

El centro, alojado en el fortín de San Bartolomé, consta de cuatro casernas o bóvedas a prueba de bombas, en la primera de las cuales se proyecta un vídeo que relata la historia de las fortificaciones de Pamplona desde el siglo XIII.

En la segunda caserna, hay 25 paneles interactivos que muestran la evolución de las murallas en función de los avances de la artillería y las estrategias de ataque, mientras que la tercera acoge los aspectos humanos de Pamplona como plaza fuerte, con los testimonios de cinco vídeo-personajes, como el alcalde de Pamplona en 1915, Alfonso de Gaztelu, o el poeta Guillaume de Annelier.

En la última y cuarta caserna se emiten proyecciones audiovisuales que repasan otras fortificaciones del mundo o sus tipologías concretas, como las fronterizas, las abaluartadas y las pentagonales, cuyo ejemplar más antiguo en el mundo es, precisamente, la Ciudadela de Pamplona, que data del siglo XVI, construida bajo el reinado de Felipe II.

En el exterior, se ha instalado un tótem interactivo para los más pequeños, en el que pueden jugar y aprender al mismo tiempo.

A través de una escalinata central puede accederse a una zona ajardinada desde la que se abarca una panorámica de Pamplona explicada en una mesa de metacrilato y en la que se ha colocado una reproducción de un cañón de la época, embocado en una de las 20 cañoneras que horadan la muralla.

Las visitas al nuevo centro han comenzado este fin de semana y, aunque serán gratuitas, es necesario inscribirse previamente.

Las primeras visitas han comenzado hoy, con el interés añadido de contar con soldados “figurados” de la Guerra de la Independencia que han hecho cambios de guardia cada media hora, han reclutado a los niños para hacer instrucción y han hecho sonar sus fusiles de pedernal en salvas de fogueo.

Los figurantes pertenecen a la Asociación Histórica de Voluntarios de Aragón especializados en el periodo napoleónico, que vestían el uniforme usado desde 1805 hasta 1810 por el ejercito español en Aragón, reconstruido hasta el detalle y en algunos casos incluso con piezas originales.

Han portado fusiles llamados “de chispa o pedernal” de 1,80 metros con bayoneta calada, que son reproducciones exactas de los de la época.

EFE:

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