El Ayuntamiento de Pamplona ha reconocido los trabajos de tres alumnos de la Universidad de Navarra por sus planes de ordenación para el meandro de la Magdalena.
En concreto, Sara Catalán Sesma, natural de Pamplona, ha recibido el primer premio, dotado con 300 euros, mientras que Teresa Larumbe Leyún, de San Sebastián, y José Antonio Tellechea Tarradelles, de Pamplona, han obtenido sendos accésit, dotados con 100 euros.
Según ha informado hoy el Consistorio pamplonés, el concejal de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, Juan José Echeverría, y Luis Berián, jefe de Planeamiento del Consistorio, analizaron en la Escuela de Arquitectura una selección de las propuestas realizadas para la asignatura Taller de Paisaje 1.
Los profesores María Larrañeta y José Ramón Bergasa les presentaron los 7 proyectos seleccionados -entre un total de 17-, que permanecían expuestos en paneles en uno de los talleres de la Escuela.
La práctica que se planteó a los alumnos consistía en la redacción de un plan especial, una actuación urbanística para ordenar y regular la actividad en la zona de la Magdalena, que corresponde a uno de los meandros que el río Arga tiene a su paso por Pamplona. Este suelo, mayoritariamente de propiedad privada, está clasificado como suelo no urbanizable.
Además de las huertas, en el enunciado los profesores pidieron incluir un jardín botánico y una propuesta concreta para la ubicación del nuevo vivero municipal que diera servicio a las necesidades y demandas de la ciudad y sirviera como espacio de aprendizaje sobre jardinería.
Del ejercicio de Sara Catalán, el jurado destacó que, si bien utilizaba un lenguaje innovador, se acomodaba a la realidad, pues mantenía edificios en buen estado y planteaba una ordenación coherente con el futuro mantenimiento por parte del Consistorio.
Con respecto a la propuesta de Teresa Larumbe se hizo hincapié en que su realización era factible. También se reconoció su acierto en el modo de resolver tanto las huertas como la circulación de los usuarios.
Por último, el trabajo de José Antonio Tellechea llamó la atención como ejercicio teórico, pues planteaba combinar el uso residencial con el hortícola. En su propuesta, el estudiante de Arquitectura propuso que los habitantes cedieran parcelas para uso público en proporción al canon de contaminación generada.