La concejala de I-E en el Ayuntamiento, Edurne Eguino, pide responsabilidades por el “desastre que ha supuesto la mala planificación y ejecución del bosque de crecida de Arantzadi”.
“Un desastre que nos ha costado 5 millones de euros que hubieran estado muy bien dedicarlos a resolver otros problemas mucho más acuciantes de la ciudad”, sostiene Eguino en un comunicado en el que incide en la necesidad de “empezar a delimitar y exigir responsabilidades tanto económicas como políticas de este desaguisado”.
Tras apuntar que los técnicos de Gerencia de Urbanismo y los diseñadores del nuevo parque ya conocían que el terreno que había bajo las huertas estaba saturado de agua y que está formado por limos impermeables que impiden el drenaje por porosidad, considera “imperdonable que los técnicos hayan diseñado todo el nuevo parque confiando en que unos cuantos pozos de drenaje fueran suficientes para asumir el exceso de agua”.
En su opinión, “igual de imperdonable es que desde el Ayuntamiento no se hayan exigido los necesarios cambios en el proyecto original, antes de su adjudicación.”
Eguino apunta que “la solución que se plantea ahora, haciendo un nuevo canal de drenaje a lo largo de todo el parque no va a funcionar porque no hay pendiente suficiente hacia el río y porque se va ejecutar a una cota muy inferior a la que estaba el canal de los hortelanos, una cota que ya está saturada por el agua”.