La muestra “150 años del Ferrocarril en el País Vasco“, que se inaugura mañana en Vitoria, recorre la historia ferroviaria a través de 90 fotografías, 80 objetos y documentos históricos que ofrecen una visión del desarrollo económico, social y demográfico que supuso la llegada del tren a Euskadi.
En 1862 se inauguró el primer tramo ferroviario que transcurría por tierras vascas, el comprendido entre Miranda de Ebro (Burgos) y Olazagutia (Navarra), y que atravesaba la provincia alavesa.
El Museo Vasco del Ferrocarril, ubicado en Azpeitia (Gipuzkoa), ha organizado una muestra en el Palacio Eskoriatza-Eskibel de Vitoria para conmemorar esa efeméride, que permanecerá abierta al público hasta el 18 de octubre.
En la muestra se pueden observar objetos antiguos ferroviarios como cornetillas de jefe de estación, silbatos de locomotoras de vapor, lámparas de lectura, faroles de aceite, telégrafos, tacógrafos, taladros manuales de billetes, reglamentos de señales o gorras del personal.
También el visitante puede conocer, a través de secciones temáticas distribuidas de forma cronológica, la historia del ferrocarril a su paso por el País Vasco y su impacto en el desarrollo de Euskadi, según han explicado durante la presentación de la muestra la directora del Museo Vasco del Ferrocarril, Maitane Ostolaza, y el comisario de la exposición, el historiador Carlos Larrinaga.
Así, el visitante se encuentra en primer lugar con varias fotografías de unos años antes de la implantación del primer ferrocarril, que muestran las diligencias en las que se desplazaban los vitorianos.
Según Larrinaga, la llegada del tren supuso un “cambio brutal” para la sociedad y muchos vascos se opusieron a este tipo de transporte porque las chispas provocadas por el vapor de las máquinas quemaban las cosechas que estaban junto a las vías.
La exposición continúa con un repaso fotográfico del desarrollo industrial que produjo el tren y del papel que jugaron las diputaciones forales en el impulso del ferrocarril de vía estrecha, como la línea Bilbao-Durango que se inauguró en 1882.
El recorrido concluye con varias fotografías sobre la transformación de los trenes hasta el siglo XXI.