El puñetero Jet Lag (Mundial Fukuoka)

Especial Fukuoka

Mi accidentado viaje y las primeras impresiones de Fukuoka 

El puñetero Jet Lag. Ya sabía lo que me esperaba, lo sufrí ya en el Mundial 2019 en Guangju. La primera noche caes del cansancio del madrugón y largo viaje (22 horas), y la segunda la pasas totalmente en vilo. Varios intentos desesperados para conseguir el sueño y con los ojos como un plato me pongo a escribir a las 5 de la mañana.

En el viaje tuve problemas por la desinformación a la hora de comprar el billete del avión y al facturar el equipaje en Loiu. Primero al comprar el billete en ningún sitio ponía que tenía que rellenar digitalmente un formulario en Visita Japón web , que me exigieron en el Aeropuerto de Loiu y me dijeron que lo rellanara durante el viaje y que no lo aceptan en papel. Resultó un trabajo tedioso que me amargó el viaje, tuve que pagar Internet en en vuelo (1 hora 14 euros) a Tokio y además me ayudaba en tierra un amigo informático. No había manera de resolver el punto: escanear el pasaporte. Menos mal que una argentina – informática en Alemania – que viajaba a mi lado, me solucionó el problema, simplemente al… saltar este paso. Así de fácil.

El segundo problema fue que el Loiu me dijeron que en Tokio tengo que ir a la cinta de recogida de maletas, reconocer la mía delante la un empleado de la aduana y dejarla en otra cinta al lado, de dónde la mandarían a Fukuoka. Y yo tenía que cambiar que ir a otro terminal, pero sin la maleta. Totalmente falso. Resultó que tenía que recoger mi maleta una vez llegado a Tokio, pasar la aduana y con ella tomar el autobús para el Terminal de vuelos nacionales. Al llegar a dicho Terminal tenía que hacer la cola para facturar segunda vez la maleta, aunque tenía tarjeta de embarque hasta Fukuoka y etiqueta sobre la maleta con destino Fukuoka. Al final me salté la cola y fuí a la zona VIP, explicando mi caso. Muy amables los japoneses controlaron en el escaner mi tarjeta de embarque, que me dieron en Loiu y resultó que no funcionaba!?. Me la cambiaron por una nueva y menos mal porque tenía que pasar otro control de seguridad y seguro que esta tarjeta me ocasionaría un retraso y perdería la conexión para Fukuoka. Al final  llegué justo, justo y bastante estreasdo para coger el vuelo.

La buena noticia en Fukuoka fue que me esperaba un tío de la organización y me llevaron al hotel con un taxi (con volante derecho como en Inglaterra) hasta mi hotel. Me dieron un segundo valcher  para la vuelta. L verdad que la organización del Mundial es muy buena, tengo una parada a 5 minutos del hotel con autobuses cada hora para las dos piscinas de natación y waterpolo. Ayer nada más llegar al hotel fuí a comer en las cercanías bajo un sol de justicia y muchas japonesas andando con paraguas – una buena solucion contra el sol y la lluvia a la vez. Primero ví una cola de 12-14 personas delante de un chiringuito de solo 8 plazas! Seguí y entré en un subterraneo por debajo de la estación de trenes Hakata. Comí en un pequeño restaurante pasta, bastante buena y a la hora de pagar me exigieron que sea al contado. Pero ¿cómo al contado? ¿No estoy en el país más digitalizado del mundo? No, only cash – insistían. Y acompañado del camarero, fuí a una oficina de cambio dentro de la estación. El dueño estaba fuera del mostrador con los clientes, me hizo los cálculos y como tardaba demasiado tiempo en calcular en cambio yenis- euros, decidí en vez de 100 cambiar 50, no me fiaba mucho de él. Luego volví al chiringuito y pagué al contado: 900 yenis – unos 6 euros. Eso sí la gente muy amable.

Luego me dirigí con el media autobús a acreditarme y me topé en el Centro de acreditación con Alfredo Ruíz – el presidente de la federación navarra y Antonio Ollé de la RFEN.  Me dieron la acreditación pitando, nada que ver con las largas formalidades, fotos, preguntas y controles en un mundial de futbol. Por la noche fuí a cenar en un restaurante al lado del hotel. Pedí una cerveza y un pescado desconocido (me gustó) y antes de traérmelo, me sirvieron un platito de arroz con no se qué, como las aceitunas, detalle de la casa a que estamos acostumbrados. Luego a la hora de pagar, ví en la nota tres cosas y había pedido solo dos. Les pregunté y me dijeron que  la tercera es el platito con arroz que me trajeron sin pedirlo. ¿Pero no es un detalle de la casa? – les dije y me contestaron que no, que es la costumbre en Japón y se paga. ¿Costumbre? Creo que me mintieron, porque en la comida también me sirvieron algo parecido y no me lo cobraron y aquí sí. No voy a pisar más este sitio, porque me engañaron como extranjero y eso no me gustó.

Por la mañana hoy busqué sitio para desayunar y ví una cola delante una cafetería y al lado otra, más sencilla y con poca gente. Entré y pedí un café y algún b0cadillo y lo primero que me dieron fue… un cenicero. Les dije que no fumo y me contestaron que este sitio es solo para fumadores y me tenía que marchar.

Los primeros partidos que ví ayer eran aburridos con grandes diferencias en el marcador. Hoy se juega un partido a vida y muerte entre Croacia y Montenegro para entrar en cuartos. A partir de mañana empieza lo bueno: cuartos de finales feminino y pasado mañana masculino.

 

AJD

 

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