El Arte de la Pintura de Vermeer

2066_wp_6_laminas_vermeer_cuadros_barroco[1]Estamos viendo el estudio de un pintor. El artista ha empezado a pintar las hojas de la guirnalda que corona a una joven, una de las modelos habituales de Vermeer, que aquí personifica, a CLIO, musa de la historia, provista de los atributos emblemáticos que Ripa describe. Recrea el ambiente del taller de un pintor del siglo XVI, de hecho él mismo esta retratado con un traje del siglo XVI ( se cree que es un autorretrato ). El gran mapa no pasa desapercibido: su presencia se ha interpretado como una imágen de la vanidad humana. De hecho los holandeses fueron los primeros en reproducir mapas como cuadros para la pared.

En el mapa se puede leer la palabra “ DESCRIPTIO “ que era uno de los términos más comunes para designar a la cartografía.

Tras el título de la obra se encierra el mensaje alegórico del cuadro. El cuadro es una defensa de la pintura.

El elemento barrera del cuadro es la mesa, que nos muestra un trozo de tela que se desparrama, un busto de yeso, un libro erguido y otro libro abierto con dibujos arquitectónicos: todo esto sería la representación de la arquitectura, escultura y pintura.

arquitectura: libro arquitectónico.

escultura: máscara de yeso.

pintura: lienzo.

La superioridad de las tres grandes artes es la pintura porque el tema principal se encuentra desplazado y es el propio pintor.

No es raro que en el siglo XVII se utilizasen toda esta serie de elementos con mensajes ocultos.

El cortinón que en principio podríamos advertirlo como un elemento teatral muy empleado en el barroco, realmente aquí podría actuar de dos maneras:

– actuaría como elemento barrera que separa dos espacios.

– actuaría como cortina que se abre y da paso al espectador para que se vea lo que esta sucediendo al fondo del cuadro.

Respecto al embaldosado podríamos decir que está colocado en oblicuo y de nuevo nos hablaría de dos elementos:

– un embaldosado que crea profundidad.

– un embaldosado que debido a su riqueza no podría tratarse del interior del estudio de un  pintor como dicen algunos.

Realmente Vermeer se caracterizó exactamente por esto, por introducir muy pocos personajes en su obra y por introducir muy pocos elementos también. En realidad con todo esto lo que consigue Vermeer es crear un tipo de pintura muy intimista, que a la vez es lo que le caracteriza.

Sus mujeres que además de estar incluidas en este ambiente intimo, suelen aparecer ejerciendo algún tipo de actividad. Actividades que muy concienzudamente realizan. En el siglo XVII en los Países Bajos se intentaba educar a las mujeres para que fuesen virtuosas, es decir, que pensaran y se comportaran conforme a las normas.

Vermeer pintó posiblemente poco para el mercado público del arte, la mayoría de sus obras eran para promotores o mecenas que apreciaban su arte. Tal vez esto explique el poco volumen de su producción artística.

El teórico Thoré Bürgen publicó un ensayo atribuyéndole a Vermeer 66 pinturas y que solo 34 de ellas le son actualmente atribuidas con seguridad.

Vermeer utilizó a lo largo de su carrera la Camara Oscura . En principio la camara oscura era ya conocida desde la antigüedad , pero no empezó a utilizarse hasta el siglo XVI, especialmente como instrumento al servicio de la topografía.

A este objeto se desarrolló un aparato transportable que permitía copiar la situación proyectada en el papel o en una placa de cristal.

Esa precisión que siempre manifestó Vermeer en sus “ Vistas de Delft “ se deben entre otras cosas aparte de su pericia técnica al uso de la cámara oscura. De ahí que nosotros veamos unas imágenes de la ciudad tan fieles a la realidad.

Vermeer es un pintor que describe sus cuadros. Empleó como técnicas el óleo, temple y acuarela. En ocasiones aplicaba puntos de luz en sus obras, que daban a éstas una superficie empañada o desdibujada.

A le vez empleaba un barnizado de tipo lacado de porcelana y daba protagonismo al azul lapislázuli y al amarillo de plomo claro sobre todo.

Colgando del techo vemos más que una lámpara  un candelabro donde en el centro de ella, se representa el águila de dos cabezas, símbolo de la dinastía de los Habsburgo. De hecho la ausencia de velas en el candelabro se supone que representaría la supresión de la fe católica.

Fue un artista muy falsificado. Si hay un falsificador en la historia de la pintura conocido por esta actividad, fue Van Meegeren que falsificó muchas de las obras de Vermeer. Es más, ha habido momentos en los cuales eran tan fieles las copias del falsificador, que costaba incluso diferenciar cual era la original de la falsificada.

Realmente son pocos los datos o casi ninguno los que tenemos acerca de la vida de Vermeer. Sabemos que cuando se casó se instalo en Delft y que fue admitido como maestro en la gremio de San Lucas de Delft.

Prácticamente no se saben muchos datos mas, pero lo que si es seguro es que

cuando murió dejo a su mujer y a sus 11 hijos en una situación financiera pésima y que su mujer Catharina vendía uno de los cuadros más valiosos de Vermeer y que es el que hoy presentamos.

 

 

( VÍDEO DE VERMEER )

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