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"Baco" de Caravaggio

Esta reseña del “Baco” de Caravaggio acompañada de una receta de peras al vino tinto supone la segunda oportunidad en la que aunamos arte y gastronomía con el blog de recetas de cocinaMagia en mi cocina“.

En la anterior ocasión hicimos un post sobre el cuadro de MurilloDos niños comiendo melón y uvas“ que inspiró a Onega, una blogera experta en el “arte” culinario :-), la receta de una deliciosa copa de melón con uvas.

Caravaggio fue un personaje muy controvertido que se vio envuelto en constantes conflictos, peleas, un juicio por asesinato, penas de prisión y varias fugas.

En la pintura defendió, como renovador violento, un gran realismo sin extravagancia ni glorificación, con el que luchó, contra la espiritualidad manierista en el arte.

Caravaggio destaca sobre todo por la conducción de la luz en sus cuadros, que hace que los personajes aparezcan desde el fondo de un segundo plano oscuro y, a menudo, indefinido. Según uno de sus biográficos, el pintor llegó al extremo de colocar a sus modelos en una habitación oscura donde la luz entraba verticalmente desde arriba.  De esta forma sólo se iluminaban las partes más importantes del cuerpo, mientras que el resto permanece en la oscuridad.

El Baco de Caravaggio del año 1593 es un dios muy terrenal. El musculoso joven da la impresión de poder levantarse en cualquier momento y desprenderse del disfraz que el pintor ha asignado al modelo.

Le vemos portando una copa y acompañado de un cesto lleno de frutas, en un alarde de precisión máxima tras la minuciosa descripción pictórica que hace de las frutas que incluye: uvas, peras, manzanas, membrillos, ciruelas…

Y, claro está, con el Dios del vino representado y un bol con peras delante, Onega ha elegido para la ocasión esta receta de peras la vino tinto que, como podéis ver, es el complemento ideal al Baco de Caravaggio para alimentar cuerpo y espíritu adecuadamente 🙂

Iker Landeta: