Agrede a un hombre con un destornillador y le hiere en la cara
La Ertzaintza ha detenido hoy en un área de descanso de la autopista AP-68, a su paso por Álava, a un hombre de 37 años por presuntamente agredir ayer por la tarde en Bilbao a otro varón con un destornillador, con el que causó a la víctima lesiones en la cara y en el cuello.
La detención del individuo, que cuenta con numerosos antecedentes delictivos, ha tenido lugar esta madrugada y junto a él ha sido también arrestada una mujer que lo acompañaba al pesar sobre ella una orden de detención emitida por un juzgado de Barakaldo (Bizkaia), según han informado fuentes del Departamento de Seguridad.
Los hechos que se imputan al detenido se produjeron en la tarde ayer, miércoles, en la calle San Francisco de Bilbao, donde ocurrió la agresión, que fue atendida por agentes de la Policía Municipal de la capital vizcaína.
En el transcurso de una pelea, un hombre agredió a otro con un destornillador, o instrumento similar, y tras causarle lesiones en la cara y el cuello, huyó del lugar en un turismo.
La Policía local facilitó los datos oportunos a la Ertzaintza para colaborar en la búsqueda del agresor y hacia las 4.00 horas de hoy, una patrulla de tráfico de la Ertzaintza en Álava localizó un vehículo que se encontraba en una zona apartada y poco iluminada de un área de servicio de la autopista AP-68, en el municipio de Ribera Baja.
Los ertzainas comprobaron que se trataba del coche implicado en el incidente de Bilbao, por lo que identificaron a las dos personas que se encontraban en su interior.
Al comprobar que el hombre se correspondía con la descripción del presunto autor de la agresión y que presentaba lesiones en la cara que podían tener relación con la reyerta de Bilbao, los agentes procedieron a su detención.
Los ertzainas, que se ocuparon de varias herramientas como algunos destornilladores que encontraron en el vehículo, también arrestaron a la mujer que acompañaba al detenido por una orden judicial de arresto contra ella dictada por un juzgado de Barakaldo. EFE