Es sin duda la articulación con mayor amplitud de movimiento del cuerpo humano, y sin ella se nos hace muy difícil la realización de nuestras actividades de la vida diaria. Hablamos de la articulación glenohumeral, conformada por la cavidad glenoidea y la cabeza del hueso húmero.

A pesar de tener una increíble capacidad de movimiento, es una articulación extremadamente inestable: Kapandji describe la cabeza humeral como una esfera irregular, que se orienta hacia arriba, hacia adentro y hacia atrás; mientras que la cavidad glenoidea es una superficie cóncava, que se orienta hacia afuera, hacia adelante y hacia arriba. Como la concavidad de la cavidad glenoidea es mucho menos acentuada que la convexidad de la cabeza humeral, el movimiento permitido es amplio pero la estabilidad se pierde completamente, haciendo necesarios mecanismos que estabilicen la articulación. Existen varios mecanismos: el rodete glenoideo (anillo fibrocartilaginoso que cubre la escotadura de la cavidad glenoidea y acentúa la concavidad de la misma), los ligamentos de la articulación, la cápsula articular… Pero en este post nos enfocaremos en el manguito de los rotadores.

Manguito rotador: un nombre peculiar para un conjunto de músculos 

El manguito rotador no es más que el nombre que se le asignó a un conjunto de músculos ubicados todos en la región del hombro: el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor y el subescapular. Cada uno contribuye a la realización de determinados movimientos:

• El músculo supraespinoso es capaz de realizar la abducción del hombro con su contracción (es el músculo que inicia este movimiento, y cuando el brazo de ubica a 20 o 30 grados de separación del cuerpo es el músculo deltoides el que continúa con el movimientos).
• El músculo infraespinoso es capaz de realizar la rotación externa del hombro con su contracción.
• El músculo redondo menor es capaz de realizar la rotación externa y la aducción del hombro con su contracción.
• El músculo subescapular es capaz de realizar la rotación interna del hombro con su contracción.

Sin embargo, la función principal de la contracción de éstos músculos es la de mantener la coaptación articular, es decir, mantener la cabeza del húmero adosada a la cavidad glenoidea.

El manguito rotador y los desgarros 

Una de las lesiones más comunes del manguito de los rotadores es el desgarro o pérdida de la continuidad del tendón de inserción de estos músculos. Existen distintas causas por las que suceden los desgarros del manguito rotador:

Traumatismos en el brazo 

Una caída sobre el brazo o una tensión extremadamente brusca puede provocar la rotura del tendón de los músculos del manguito. Este riesgo a la aparición de la lesión aumenta cuando el tendón se encuentra calcificado, que se observa con frecuencia en las personas de avanzada edad y en personas con problemas de irrigación en el tendón (la arteria nutricia del tendón del manguito es muy pequeña, por lo que es frecuente su obstrucción y posterior calcificación). La calcificación vuelve al tendón rígido pero frágil, y mientras mayor calcificación existe menor es la fuerza o tensión necesaria para que se produzca la rotura.

Estrés mecánico repetitivo 

Los movimientos repetitivos del hombro pueden lesionar al músculo, creando pequeñas inflamaciones en él. Cuando se produce sólo una pequeña inflamación no hay ningún problema: el cuerpo repara la inflamación y los tejidos quedan como nuevos. Pero la producción de pequeñas inflamaciones sostenida en el tiempo provoca una desorganización en los procesos de reparación tisular, degenerando al tendón y, al igual que como se explicó anteriormente, volviéndolo frágil y propenso a las roturas. El estrés mecánico puede ser ocasionado por:

• Trastornos en la forma del acromion, que producen una fricción constante del tendón que lo lesiona.
• Trastornos de la altura del espacio subacromial, que igualmente producen fricción del tendón (este espacio debe ser de 1 centímetro o menor para que produzca lesiones en el tendón) producidas por descompensación muscular. Esta descompensación muscular se asocia a trastornos de la función de las vísceras, específicamente al hígado (cuando la lesión es en el hombro derecho) o el estómago (cuando la lesión es en el hombro izquierdo).

Síntomas asociados al desgarro del manguito rotador 

En general los siguientes síntomas se presentan luego de un desgarro del manguito rotador:

• Dolor. El dolor se produce en la cara lateral o anterolateral del hombro, y es posible que se irradie por todo el brazo hasta el codo (sin embargo el dolor no se irradia más allá del codo).
• Limitación en los movimientos. Los movimientos de flexión y abducción del hombro se ven comprometidos, frecuentemente a partir de los 60 grados. Si la persona no puede ni siquiera iniciar el movimiento es probable que el desgarro sea grave.
• Limitación en las actividades. Levantar objetos, asearse e incluso actividades sencillas como peinarse pueden no realizarse o realizarse con mucha dificultad.

¿Qué debe incluir el diagnóstico del desgarro del manguito rotador?

Un buen diagnóstico permite diferenciar el desgarro del manguito de los rotadores de otras patologías, como una lesión de la articulación acromioclavicular, una lesión de la columna cervical, puntos de gatillo, etc. Es por ello que se debe incluir en el diagnóstico:

• El tipo de actividades que realiza diariamente la persona y los antecedentes de la lesión
• La inspección y palpación de la zona de lesión
• La valoración de todos los movimientos articulares del hombro (prestar especial atención a la flexión y abducción de hombro)
• Las pruebas especiales (que aportarán información acerca de la integridad de los tejidos y la extensión de la lesión)

¿Qué debe incluir el tratamiento para un desgarro del manguito rotador? 

Para el tratamiento de este tipo de lesión se deben establecer varios objetivos:

• Disminuir el dolor y la inflamación, para favorecer la reparación tisular correcta. Este objetivo puede lograrse con ayuda de la crioterapia, corrientes eléctricas, masaje de drenaje linfático, etc.
• Restaurar progresivamente los rangos de movimiento articular. De acuerdo a la fase de recuperación en la que se encuentre la persona se indicarán una serie de ejercicios para recuperar poco a poco el arco de movimiento del hombro.
• Fortalecimiento progresivo de la musculatura. Es necesario que al trabajar la fuerza no exista dolor y se realicen ejercicios tanto de escápula como de hombro y pectorales, ya que debe existir una sinergia entre los músculos para evitar lesiones posteriores.
• Tratamiento de disfunciones viscerales implicadas. Si existe un desequilibrio muscular debido a una disfunción visceral de hígado o estómago es necesario incluir en el tratamiento, utilizando distintas técnicas de la medicina alternativa.

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