¿Qué es una bursitis de rodilla y por qué se produce?

La articulación de la rodilla es vital para la supervivencia del ser humano: la extensión de la rodilla permite que nos podamos poner de pie, la flexión nos permite agacharnos y una combinación de ambas nos permite trasladarnos de un lado a otro gracias a la locomoción; lo cual nos permite interactuar con el medio que nos rodea.

Cualquier alteración de las estructuras de la rodilla altera nuestro día a día en gran medida. En esta ocasión te traemos una publicación en donde te explicamos un poco acerca de la rodilla, sus estructuras y una de sus patologías comunes: la bursitis de rodilla.

Anatomía de la rodilla: ¿qué estructuras la componen y para qué funcionan cada una?

La rodilla es una articulación grande, de hecho es la articulación más grande de todas las que hay en nuestro cuerpo. Está conformada por 3 huesos importantes: el fémur, la tibia y la rótula. De los 3 huesos se forman 2 articulaciones: la femorotibial (unión entre el fémur y la tibia) y la femoropatelar (unión entre el fémur y la rótula). Cabe destacar que entre el hueso fémur y la tibia existen unas estructuras llamadas meniscos, que básicamente son fibrocartílagos en forma de semilunas que aumentan la congruencia y estabilidad de esta articulación, además de establecer el tope de movimiento de la misma y de tener la capacidad de absorción de impactos sobre la rodilla.

Los huesos fémur y tibia están unidos gracias a su cápsula articular y a una serie de fuertes ligamentos: los ligamentos cruzados (anterior y posterior), y los ligamentos colaterales. Los ligamentos cruzados tienen la particularidad de que son ligamentos que se encuentran por dentro de la cápsula articular de la rodilla, hecho que los pone en desventaja si se lesionan (ya que la cápsula articular por dentro no tiene irrigación sanguínea, por lo que la células que reparan los tejidos no llegan fácilmente a la zona de lesión). La rótula por su parte se mantiene en su posición gracias al tendón rotuliano, una continuación de la inserción del músculo cuádriceps.

La articulación de la rodilla es punto de origen e inserción de muchos músculos, que permiten sus movimientos característicos: la flexión (ejecutado gracias a los músculos bíceps femoral, semimembranoso, semitendinoso, gastrocnemio, grácil y sartorio), la extensión (ejecutado gracias a los músculos tensor de la fascia lata y cuádriceps) y las rotaciones externa (ejecutado gracias a los músculos bíceps femoral y tensor de la fascia lata) e interna (ejecutado gracias a los músculos semitendinoso, grácil, sartorio y poplíteo).

Por último debemos de mencionar todo acerca de la estructura estrella para este post: las bursas. Las bursas son sacos constituidos por membranas sinoviales (exactamente como están constituidas las cápsulas articulares) y cuyo interior está compuesto por líquido sinovial (líquido viscoso). Este saco actúa como almohadilla para que las distintas estructuras que se encuentran a su alrededor no produzcan roce entre ellas y se lesionen. En la rodilla existen varias bursas, entre ellas podemos mencionar:

  • Bursa para la pata de ganso, que evita el roce entre el cóndilo medial de la tibial y los tendones del semitendinoso, grácil y sartorio.
  • Bursa prerrotuliana, que se encuentra en la cara anterior de la rótula.
  • Bursa del semimembranoso, que evita el roce entre el fémur y el músculo semimembranoso.
  • Bursa infrarrotuliana profunda, que evita el roce entre el tendón rotuliano y la tibia.
  • Bursa infrarrotuliana superficial, que evita el roce que pueda producirse en el tendón rotuliano, pero en su cara anterior.

¿Qué es una bursitis de rodilla y por qué se produce?

El sufijo “-itis” significa inflamación. En este caso, la bursitis se refiere a una inflamación de la bursa. Pero ¿qué produce la bursitis? Pues fundamentalmente existen 3 razones por las que se produce la bursitis (no sólo en la rodilla, sino en cualquier bursa del organismo):

  • Por infección séptica, en donde microorganismos invaden la bursa a través de traumatismos o celulitis cerca de la bursa.
  • Por sustancias químicas, específicamente las sustancias degenerativas o inflamatorias.
  • Por sobrecarga o repetición prolongada de un movimiento. Esta última causa de las bursitis se produce sobre todo en los deportes, donde el gesto repetido muchas veces durante el entrenamiento genera inflamación de la bursa.

Factores de riesgo: ¿qué me hace propenso a una bursitis?

Eres propenso a sufrir de bursitis si:

  1. Tienes condromalacia rotuliana (dicho de otra manera: si existe un desgaste del cartílago que existe entre la cara posterior de la rótula y la superficie de contacto en el fémur).
  2. Tienes una enfermedad metabólica o reumática (en las cuales se acumulan sustancias químicas nocivas en el organismo).
  3. Tienes una desalineación entre la rótula y el fémur (que produce mayor roce en un lado de la rótula que en otro).
  4. Ejecutas mal los movimientos de un deporte.

¿Cuáles son los síntomas de una bursitis de rodilla?

En primer lugar, la bursitis se caracteriza por dolor intenso, parecido a un puñal en la zona de la bursa. Como existe una inflamación se presentan los signos típicos: enrojecimiento, aumento del volumen y de la temperatura de la zona y limitación de los movimientos de la articulación. Por lo general se adopta la marcha antálgica, en donde la persona no apoya ni mueve por completo la extremidad que padece de la bursitis. Si la bursitis es de tipo séptica la persona puede llegar a manifestar fiebre.

¿En qué consiste el diagnóstico de la busitis?

Para poder determinar la existencia de una bursitis hay que incluir una serie de cosas en el diagnóstico. El examen clínico de por sí incluye la revisión de los datos personales y antecedentes relevantes a la patología de la persona, la observación de la zona de la rodilla (tanto de pie como durante la marcha), la palpación de las distintas estructuras y las pruebas especiales (como por ejemplo las radiografías o las tomografías axiales computarizadas, para descartar la presencia de una fractura, trastornos en los huesos y además ver el estado de degeneración de la articulación). En este apartado es imprescindible mencionar las ecografías: las ecografías son pruebas especiales que utilizan ondas sonoras en el cuerpo para dibujar la imagen de los distintos tejidos. Los tejidos blandos no pueden ser valorados a través de rayos x, por lo que se opta por las ecografías que, además de ser eficaces son pruebas muy económicas.

Si se sospecha de alguna enfermedad metabólica o degenerativa o de una sepsis puede ser de gran ayuda el análisis del líquido sinovial de la bursa a través de la extracción de una muestra.

¿Cómo se trata una bursitis de rodilla?

De acuerdo a la zona donde se presente la bursitis y del tipo de bursitis, el tratamiento varía (si es por ejemplo una bursitis séptica el tratamiento debe incluir fármacos como los antibióticos que contrarresten y acaben con el microorganismo invasor; o si es una bursitis por sustancias químicas se incluyen fármacos que equilibren o eliminen las mismas; y si la inflamación es muy grave se indican anti-inflamatorios no esteroideos).

Apenas se hace presente una bursitis un método muy efectivo para combatir la inflamación y el dolor es la aplicación de frío en la zona (el hielo puede ser aplicado en forma de frio-packs, agua fría, masaje con hielo, etc.), entre 10 y 15 minutos, 3 veces al día. Fundamental el reposo para que los tejidos tengan la capacidad de regenerarse (sobre todo en bursitis traumáticas o inflamatorias, causadas por exceso de movimiento). Otro agente utilizado es el láser, que tiene los mismos efectos que la aplicación de frío.

La terapia manual (aplicada por un fisioterapeuta) puede contribuir a la disminución del dolor y disminución de la inflamación. Además, los ejercicios que indique un fisioterapeuta pueden reestablecer los rangos de movimiento progresivamente.

Por último se puede aplicar la infiltración de cortisona local luego de la aspiración del líquido de la bursa.

¿Qué hacer si no funciona el tratamiento conservador?

Cuando el tratamiento conservador falla o no es lo suficientemente efectivo el médico puede optar por extirpar a través de una cirugía la bursa que causa el trastorno. La cirugía de extirpación de una bursa no es complicada: se aplica anestesia local, se realiza una incisión por encima de la bursa y luego se procede a extraerla. La recuperación de una cirugía de este tipo es bastante rápida.

¿Cómo prevenir nuevas apariciones de la bursitis?

Para evitar futuras recaídas o sencillamente la aparición de una bursitis de rodilla tenga en cuenta:

  • Si pasa mucho tiempo sentado, procure que la superficie donde se apoya la parte posterior de sus rodillas esté acolchada (use una almohada o cojín que permita que no exista un roce excesivo).
  • Esté muy al pendiente de las actividades deportivas. Busque asesoría de un fisioterapeuta para revisar la alineación de sus rodillas y sobre los gestos que pueden provocar la bursitis (como los saltos repetitivos, las sentadillas mal ejecutadas, o cualquier gesto del deporte que pueda provocar el roce constante de la bursa con las superficies que se encuentran a su alrededor).

Esperamos que esta información te sea muy útil. Te esperamos en próximas publicaciones.

ijunquera:

View Comments (2)

  • Buen día.

    Agradezco su información, me es de mucha utilidad ya que el diagnostico me informa que Escasa cantidad de liquido en semimenbranoso y semitendinoso por bursitis asociada a quiete de buker inmediatamente adyacence, entre otros (área hipointensa por cicatrización condral de la facerta medial desde el polo proximal distal )

    Gracias por sus recomendaciones
    Cordialmente,
    Henry Moreno

  • buenas tardes, realmente me sirve de mucho la explicacion acerca de esta afeccion ya q mi esposo fue diagnosticado con este problema hace un par de dias pero el tiene antecedentes de artritis reumatoide, seria de mucha ayuda q pudieran facilitarme la relacion de la artritis con la bursitis y los pros y contras ... muchas gracias

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