Los pies son unas estructuras anatómicas sumamente complejas debido a las diversas estructuras que lo componen y a su exposición con el impacto repetitivo sobre las superficies. Por lo que es sumamente normal que a lo largo de nuestras vidas suframos de dolor de pies. En este artículo te estaremos explicando cómo puedes reducir este dolor desde la fisioterapia y rehabilitación.

¿Qué es el dolor de pie?

Consiste en una dolencia más común de lo que imaginamos, que se genera en esta región anatómica y que suele a ser a causa de múltiples factores. Una de cada cuatro personas de 45 años o más tiene dolor en los pies, en especial en la parte delantera y en los dedos, que puede afectar la movilidad y el equilibrio e incluso ser un factor de riesgo de caídas.

Los problemas de los pies afectan la calidad de vida, consecuencia del uso excesivo y de la forma y la estructura del pie…

Los problemas más comunes de los pies, sin importar la edad, en general son consecuencia del uso excesivo y de la forma y la estructura del pie, la superficie sobre la que se apoyan, el nivel de actividad, el peso que cargan y el calzado que usamos.

Composición anatómica del pie

El pie es una estructura atómica que contiene 28 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos.

El pie se compone de tres partes: tarso, metatarso y falanges.

Su complejo articular y ligamentoso aseguran el movimiento y sujeción del pie. Cualquier fallo en una de estas estructuras pueden dar lugar a una lesión y sus consecuencias.

¿Qué puede producir el dolor de pies?

• Fascitis plantar: consiste en una inflamación del ligamento de la fascia plantar, que va desde el talón hasta la parte anterior del pie, puede causar dolor tanto en el talón como en el arco, y a veces se relaciona con espolones calcáneos.
• Osteoartritis: es una enfermedad degenerativa y dolorosa del cartílago articular y el hueso adyacente.
• Callos o verrugas plantares: son capas gruesas en la piel endurecidas, que pueden generar dolor e incomodidad.
• Impactos repetitivos: el realizar cierto tipo de actividades deportivas, como correr, puede aumentar el riesgo de lesiones del pie que produzcan dolor.
• Fracturas por traumatismo: Los fuertes traumatismos provocan, con frecuencia, una fractura de hueso, que traerá como consecuencia todo un cuadro doloroso.
• Problemas circulatorios: la mal circulación bloquea las arterias y venas que suministran sangre a las extremidades, lo que genera calambres que resultan ser sumamente dolorosos.
• Neuropatía por bloqueo articular de los huesos del pie: provoca ese atrapamiento del nervio que deriva en el dolor de pie.
• Deformidades del pie: dedo en martillo o juanetes que producen un cuadro doloroso.
• Sobrecarga muscular: el exceso de tensión de la pantorrilla y la fascia plantar genera dolor.
• Espolón calcáneo: es una calcificación del talón que resulta ser dolorosa e incómoda.
• Enfermedades como gota, artritis o diabetes: que normalmente generan dolor en la zona del pie.

Factores de riesgo para la aparición del dolor de pie

• Usar zapatos inadecuados.
• Caminar sobre superficies irregulares.
• El uso excesivo de los pies.

La fisioterapia y el dolor de pie

La fisioterapia integrativa en el dolor de pie está enfocada en el tratamiento e intervención de todas aquellas dolencias producidas en esta región del cuerpo.

La rehabilitación y fisioterapia han demostrado ser sumamente eficaz para disminuir este tipo de dolencias, ayudando significativamente en recuperar la funcionalidad y movilidad del pie, que resulta ser estructura anatómica indispensable para desenvolvernos en nuestro día a día.

Tratamiento fisioterapéutico en el dolor de pie

Es fundamental realizar un diagnóstico fisioterapéutico para poder identificar la causa del dolor. Luego de realizar la variación subjetiva y la exploración física ya tendremos el diagnóstico, para así poder encaminar nuestro plan de tratamiento.

En función al diagnóstico previo se seleccionará la técnica más apropiada…

Estas son algunas de las técnicas fisioterapéuticas que aplicamos en FisioClinics Bilbao:

• Terapia manual: se emplean técnicas de tracción, manipulaciones para aumentar la movilidad y equilibrar las tensiones musculares.
• Diatermia: para ayudar a disminuir la tensión, relajando la musculatura y generando un efecto analgésico sobre la zona.
• Termoterapia: baños de parafina para disminuir la rigidez articular, el dolor y para relajar la musculatura.
• Estiramientos: para aumentar la flexibilidad, elasticidad y reducir las tensiones, relajando así la musculatura.
• Ejercicio de fortalecimiento: para potenciar la fuerza de la musculatura debilitada.
• Electroestimulación: para la potenciación de la musculatura.
• TENS: para disminuir el dolor y aumentar el metabolismo con el propósito de reparar los tejidos lesionados.
• Ultrasonido: para la regeneración tisular, acelerando los tiempos de reparación y cicatrización de los tejidos blandos. Además, para ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
• Magnetoterapia: Para brindar analgesia y acelerar los procesos de reparación de los tejidos.
• Masoterapia: para descontracturar la zona y aumentar la circulación, lo cual va a generar un efecto relajante sobre la musculatura.
• Reeducación de la marcha: para corregir los patrones antálgicos y evitar recaídas en la lesión.

Tratamiento para el dolor de pies

En el siguiente video nuestro profesional te explica a detalle cómo puedes aplicar tú mismo un masaje como tratamiento para aliviar el dolor de tus pies y relajarlos.

Beneficios de la fisioterapia en el tratamiento del dolor de pie

• Genera un efecto analgésico.
• Disminuye la inflamación.
• Aumenta la movilidad articular.
• Permite recuperar la funcionalidad para poder realizar las actividades de la vida diaria, tales como: caminar.
• Mejora la circulación e irrigación del pie, acelerando el proceso de reparación de los tejidos.
• Ayuda a fortalecer la musculatura debilitada.
• Corrige las posturas viciosas del pie, reduciendo así el riesgo de recidivas y de cronificación del dolor.

Recomendaciones para evitar el dolor de los pies

• Limitar la actividad de los pies.
• Tener un peso adecuado.
• Utilizar zapatos cómodos y de su talla.
• Agregar plantillas acolchadas.
• Recibir terapia física.
• Realizar automasajes, ejercicios y estiramientos para el pie.

Sin duda alguna la fisioterapia y la rehabilitación física permiten aliviar el cuadro doloroso que pueden desencadenar debido a distintas lesiones del pie, esto se logra gracias a las diferentes técnicas que ayudan al fortalecimiento de los músculos, la recuperación de la movilidad articular y funcionalidad del pie. Mejorando así el estado de salud y calidad de vida de los pacientes.