Protrusión discal lumbar: ¿cómo la fisioterapia puede ayudarme?

La protrusión discal es una de las lesiones típicas en la zona lumbar que ocasiona dolor lumbar y que puede terminar derivando en una hernia discal. En el siguiente artículo te hablaré todo sobre esta lesión y como el abordaje terapéutico de las manos de nuestros fisioterapeutas en Bilbao pueden ayudarte a recuperarte de esa invalidante lesión.

Protrusión discal lumbar: ¿Qué es?

Una protrusión discal consiste en el abombamiento del núcleo pulposo que rodea el disco intervertebral. La protrusión discal lumbar se trata de una patología degenerativa en donde el centro pulposo se desplaza (pero no se expone) y el anillo fibroso no se desgarra, sino que el mismo solo se arquea hacia afuera y se rasga muy ligeramente.

Las protrusiones discales son muy frecuentes en los mayores de 40 años. Aunque se puede presentar antes en el caso de deportistas de alto impacto. Su prevalencia es mayor en hombres.

¿Qué es el núcleo pulposo?

El núcleo pulposo es un centro gelatinoso de cada uno de los discos intervertebrales. El núcleo pulposo es sumamente importante para la columna, ya que este actúa como un colchón de agua que distribuye uniformemente la presión y carga recibida sobre la vértebra.

Consecuencias de una protrusión de disco 

  • Dolor de espalda o piernas: un disco protruido puede provocar un dolor agudo o crónico en la zona afectada e incluso irradiarse a otras partes del cuerpo según el nivel afectado en la lumbar. 
  • Hormigueo o entumecimiento en pies: cuando se comprimen los nervios cercanos, este tipo de sensación suele darse en las extremidades inferiores. 
  • Debilidad muscular: puede afectar la capacidad de ciertos músculos para funcionar correctamente, causando debilidad muscular que varía según el nivel de compromiso. 
  • Dificultad para moverse o mantener una posición cómoda: además, puede incluso limitar la movilidad y dificultar el mantenimiento de una posición cómoda. 
  • Desarrollo de una lesión más grave en el disco intervertebral: en algunos casos en los que la protrusión no se haya resuelto espontáneamente o no haya recibido el tratamiento adecuado, esta lesión puede evolucionar a una más grave, ocasionando problemas más graves que incluso pueden comprometer significativamente otros órganos, causando problemas como el control de los órganos pélvicos.

¿Cómo se produce la protrusión discal lumbar?

Con los años y los esfuerzos, el anillo fibroso pierde elasticidad y resistencia, sobretodo en estos segmentos que están expuestos a mayores cargas que todos los demás. En este estado, el núcleo pulposo puede desplazarse del centro del disco dando lugar a una protuberancia o protrusión discal.

Causas de una protrusión discal

Las protrusiones discales aparecen a causa del envejecimiento de los discos, a causa de la deshidratación o pérdida de líquido dentro de los discos intervertebrales, o incluso, debido a un traumatismo como un golpe fuerte en la espalda. 

Factores de riesgo

Existen múltiples factores, entre ellos:

  • La edad.
  • La obesidad.
  • La falta de actividad física.
  • Sufrir un accidente de tránsito.
  • Tener una musculatura débil.
  • La realización de deportes intensos o los trabajos de alta exigencia física en los que se produzca repetidamente estrés en la columna (levantar y cargar peso o trabajos sedentarios).
  • Estar mucho tiempo sentado, especialmente si no se hace ejercicio, pues eso acelera la atrofia muscular. 
  • Estar muchas horas inclinado, ya que la parte anterior de la vértebra soporta más carga que la posterior.
  • Someterse a vibraciones que afecten al cuerpo, frecuente en tractoristas u operarios de maquinaria industrial, lo que podría facilitar el desgarro de las fibras de la envuelta fibrosa.
  • Ciertos genes, probablemente asociados a una menor resistencia de la envuelta fibrosa o que hacen que el disco sea menos resistente ante otros factores.
  • Trastornos del desarrollo, como la enfermedad de Scheuermann o la escoliosis (curvatura incorrecta de la columna) también pueden ocasionar demasiada presión sobre los discos intervertebrales.

¿Cómo saber que padezco una protrusión de disco lumbar?

Difícil contestar a esa pregunta, ya que no todas las protrusiones discales causan dolor. Sin embargo, alguno de estos síntomas que se pueden llegar a desarrollar son: 

  • Inflamación que puede causar dolor.
  • Restricción del movimiento en el nivel espinal afectado.
  • El dolor ocasionado puede irradiarse hacia los miembros inferiores.
  • Contracturas musculares reflejas.
  • Aparición de dolor en la parte baja de la espalda que se irradia al glúteo y a la pierna.
  • Movimientos restringidos y rigidez en la porción más baja de la espalda.
  • Alteración o pérdida de sensibilidad en algunas regiones de la pierna.
  • Parestesias como hormigueo o entumecimiento en algunas regiones de la pierna.

Es importante recalcar que los síntomas van a depender del nivel de la lesión. Cuanto mayor es la protrusión intervertebral, más fibras nerviosas pueden verse afectadas y los síntomas que provoca son muy variables y están determinados por su ubicación la raíz nerviosa afectada, siendo estos los siguientes:

  • Raíz nerviosa L1: los síntomas anteriormente mencionados se ven reflejados en la región inguinal y el movimiento de flexión de cadera se ve afectado.
  • Raíces nerviosas L2-L3-L4: las molestias se desarrollan desde la parte baja de la espalda y se irradia hacia la región anterior del muslo y la parte media inferior de la pierna. Los movimientos de flexión y aducción de cadera, y de extensión de rodilla pueden verse alterados.
  • Raíz nerviosa L5: las molestias se irradian a la región glútea media, lateral del muslo, pantorrilla, planta del pie hasta llegar al dedo gordo del pie. Los siguientes movimientos pueden verse afectados: abducción de la cadera, flexión de la rodilla, dorsiflexión del pie, extensión y flexión del dedo gordo del pie, inversión y eversión del pie.
  • Raíz nerviosa S1: las molestias se irradian a la zona interna glútea, posterior del muslo y la pantorrilla, hasta llegar a la región lateral del pie (quinto dedo del pie). Los siguientes movimientos pueden verse afectados: extensión de la cadera, flexión de la rodilla, flexión plantar del pie.

¿Qué tan grave puede llegar a ser la protrusión discal lumbar?

Esta afección si no es tratada representa una etapa preliminar a la aparición de una hernia discal lumbar.

¿Cómo se diagnóstica?

El estudio de resonancia magnética puede evidenciar con claridad la presencia de esta lesión, permitiéndonos ver con exactitud su ubicación y su avance.

Tratamiento fisioterapéutico ¿en qué consiste?

Los objetivos del tratamiento son disminuir el dolor, fortalecer la musculatura y ayudar a aumentar el líquido del núcleo. Entre las técnicas destacan: 

  • Ejercicios posturales.
  • Técnica de ventosas o cupping.
  • Electroanalgesia o TENS.
  • Termoterapia.
  • Técnicas de tracción mecánica o manual.
  • Manipulación vertebral.
  • Técnicas manuales de acupresión y relajación miofascial.
  • Técnicas de Neurodinamia.
  • Técnicas osteopáticas.
  • Ejercicios de estiramiento.
  • Ejercicios de estabilización del CORE.
  • Ejercicios de fortalecimiento.
  • Gestión del estrés y ejercicios de relajación: reduce la tensión de espalda.
  • Osteopatía visceral
  • Manipulación vertebral

Recomendaciones para prevenir la aparición de la protrusión lumbar

  • Realice actividad física con regularidad, cómo Pilates, Yoga o gimnasia postural.
  • Evite los deportes de alto impacto.
  • Fortalezca la musculatura profunda de la columna.
  • Evite la carga excesiva de peso.
  • Mantenga un peso adecuado.
  • Cuide su postura al alzar peso.
  • Evita el sedentarismo.
  • Realiza pausas activas durante la jornada laboral.
  • Realizar acondicionamiento previo al entrenamiento junto con estiramientos lumbares al finalizar el entrenamiento.

Se ha evidenciado que la fisioterapia ayuda a aumentar de nuevo el contenido líquido del núcleo que se había perdido, y recupera la elasticidad del disco intervertebral. Mejorando así la funcionalidad, el estado de salud y la calidad de vida del paciente. Ante la presencia de dolor o molestia en la columna vertebral lumbar, no dudes en contactarnos. En FisioClinics Bilbao contamos con tratamientos individualizados y personalizados adaptados al paciente en función de sus necesidades únicas. Contamos con un equipo de fisioterapeutas expertos en el manejo de cualquier tipo de lesión que afecte el movimiento corporal humano.

 

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