Dentro de la infinidad de patologías que pueden afectar el suelo pélvico femenino tenemos el dolor pélvico crónico, en ocasiones este dolor no está relacionados la estructura lesionada con la ubicación del malestar, para solucionarlo la fisioterapia uroginecológica constituye una opción terapéutica muy eficaz para recuperar las funciones del suelo pélvico.

¿Qué es el dolor pélvico crónico?

Se trata de un problema frecuente en la mujer, encontrados en el 10% de mujeres que tienen una visita ginecológica, sin embargo, aún hoy en día no se puede establecer a ciencia cierta las cantidad de mujeres que lo padecen, ya que por lo general, evitan pedir ayuda y sufren en silencio su malestar. Y cuando finalmente solicitan ayuda suelen recibir tratamiento médico basado en los analgésicos y antiinflamatorios e incluso antidepresivos, abordaje terapéutico que en la mayoría de los casos suele ser infructuoso. Esto dado a que no se tienen en consideración la relación de diferentes estructuras en la zona pélvica: estructuras óseas, musculares y diversos órganos, entre ellos los reproductivos, los cuales deben ser valorados a profundidad.

¿Cuáles patologías están asociadas al dolor pélvico crónico?

Dada la variedad de estructuras ubicadas en la zona pélvica de la mujer, las patologías que pueden desarrollarse y causar dolor pélvico crónico son variadas, las más destacables son:

Vulvodinia

La vulvodinia es una enfermedad que aflige tremendamente a muchas mujeres, en esta la zona de la vulva, que incluye el monte de Venus, los labios y el clítoris, causará picor, ardor, escozor y dolor. Algunos describen sus sensaciones como descargas eléctricas, agujas o un cuchillo en la zona femenina. A menudo no se pueden encontrar causas ginecológicas o dermatológicas para los síntomas. Existen 2 tipos según sus características:

• En muchas mujeres, no se afecta toda la vulva, sino solo ciertas áreas: vulvodinia localizada. Los síntomas desagradables aparecen particularmente en la entrada de la vagina en los labios mayores y menores (vestíbulo). Pero la región del clítoris también puede doler (clitorodinia).
• Sin embargo, algunas mujeres experimentan síntomas desagradables en toda el área de la vulva (vulvodinia generalizada).
• La vulvodinia espontánea puede ocurrir espontáneamente sin ningún desencadenante. El tacto, la presión o la fricción también pueden causar los síntomas. Tales irritaciones mecánicas ocurren, por ejemplo, durante las relaciones sexuales, el ciclismo o la ropa ajustada. Los médicos lo llaman vulvodinia provocada. En algunas mujeres, la vulvodinia espontánea y la provocada también actúan juntas.
• Además, los médicos distinguen entre la vulvodinia primaria, que ocurre sin un desencadenante reconocible, y la vulvodinia secundaria, en la que otra enfermedad es la causa de los síntomas. Esto puede ocurrir después de infecciones genitales, infecciones de la vejiga o enfermedades de la piel.

Vestibulitis vulvar

La vestibulitis vulvar es un síndrome que conlleva una constelación de síntomas y hallazgos que involucran y se limitan al vestíbulo vulvar y consisten en dolor intenso al tacto vestibular al intentar entrar en la vagina, sensibilidad a la presión localizada dentro del vestíbulo vulvar entre otros síntomas como eritema vulvar de varios grados. Es probable que la causa sea multifactorial y en la actualidad el síndrome se ha observado en asociación con el virus del papiloma humano, candidiasis recurrente crónica, vaginosis bacteriana recurrente, alteración crónica del pH vaginal y el uso de agentes químicos.

Síndrome Miofascial de Suelo Pélvico

Se trata de una dolencia pélvica producto de la sobre tensión del sistema muscular y fascial, lo que implica músculos y fascias. Los músculos refieren dolor en el área debido a los puntos de gatillo miofasciales o PGM, siendo esta la causa más común de dolor pélvico crónico. A pesar de su frecuencia, su diagnóstico suele pasarse por alto, es importante identificar y corregir la causa para poder corregir el dolor de origen músculo esquelético.

La fisioterapia uroginecológica es una opción terapéutica eficaz en este caso, ya que puede lograr flexibilidad y relajar los puntos gatillos que refieren dolor en la zona pélvica, para ello hace uso de distintas metodologías como masaje terapéutico, técnica manual de liberación miofascial, digitopresión, punción seca, ejercicios terapéuticos de relajación de la musculatura abdominal para evitar el exceso de presión sobre la musculatura del Suelo Pélvico entre otras técnicas.

Síndrome de atrapamiento del nervio pudendo o neuralgia del pudendo.

La neuralgia del pudendo o síndrome atrapamiento del nervio pudendo, es una rara patología neuropática (neuropático significa que es una enfermedad de un nervio) de dolor crónico que afecta el perineo: esta es el área entre el ano y los genitales femeninos. Afecta al nervio pudendo que pertenece al sistema nervioso periférico, se ramifica en la zona del ano y los genitales externos. Allí se origina el dolor y de las alteraciones sensoriales y de controlar algunos músculos pélvico.

Puede causar disfunciones sexuales, dolor durante la micción, dolor perineal, sensación de hipoestesia, entumecimiento, hormigueo perineal…

En algunos casos, los médicos también se refieren al dolor crónico pélvico poco claro en la pelvis o el área genital como neuralgia del pudendo. Puede causar disfunciones sexuales, dolor durante la micción, dolor perineal, sensación de hipoestesia, entumecimiento, hormigueo perineal e incluso corrientazos. Las mujeres lo pueden desarrollar con el doble de frecuencia que los hombres. De media, cuatro de cada cien pacientes que acuden al médico por dolor son diagnosticados de neuralgia del pudendo, sin embargo, no se conoce con exactitud la distribución exacta en la población porque este tipo de dolencias no suelen se expuestas por tabú y falta de conocimiento.

Lesiones perineales post-operatorias, post-traumáticas y post-parto

Siempre después de un evento traumático, quirúrgico o posparto se espera que exista dolor pélvico, sin embargo, si la mujer lo experimenta de manera constante y prolongada se puede decir que el dolor inflamatorio requiere de ayuda para solucionarse. Las características de este tipo de dolencia perianal es que el dolor pélvico dura más de tres meses y se desarrolla después de una cirugía. Hay que descartar la presencia de otras causas, como las anteriormente mencionadas.

Coccigodinia

La coccigodinia se trata del dolor al final de la espalda, en el área del cóccix puede ser causada por inflamación del periostio (tejido que recubre el hueso), tumores, lesiones o después de procesos de parto difíciles. Este es el dolor de cóccix que los pacientes sienten cuando están sentados. En algunos casos, los síntomas solo aparecen después de estar sentado durante mucho tiempo o al ponerse de pie.

Muchos pacientes con coccigodinia también experimentan dolor al defecar, también hay casos en los que el dolor de cóccix se presenta sin causas reconocibles, por lo que los médicos lo clasifican como una enfermedad psicosomática. En aproximadamente la mitad de los afectados, sin embargo, hay inestabilidad o hipermovilidad del cóccix. La coccigodinia afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres.

Una caída, partos vaginales, o traumatismos sobre el cóccix pueden ser el detonante del dolor, ya que estas situaciones pueden conducir a la subluxación posterior e hipertonía de la musculatura de suelo pélvico que irrita sus inserciones a nivel del coxis. En estos casos la fisioterapia del suelo pélvico o uroginecológica son el tratamiento ideal, maniobras de movilización del coxis, técnicas de liberación miofascial y relajación muscular del suelo pélvico, ligamentos sacrociáticos y sacrococcígeos pueden resultar en el alivio del dolor de cóccix.

¿Qué tratamientos de dolor de suelo pélvico crónico se pueden aplicar en fisioterapia?

Dependiendo del origen del dolor en la pelvis, en fisioterapia se pueden hacer uso de distintas estrategias terapéuticas, siendo las más destacables:

• Neuromodulación. no implica incisiones y causa pocas molestias el procedimiento. La aplicación de una corriente de baja frecuencia modifica la información neuronal provocada por el dolor, aumentando o disminuyendo la excitabilidad de un grupo de neuronas. Es posible tratar problemas como la hiperexcitabilidad de la vejiga con este método.
• Radiofrecuencia: con este tratamiento no invasivo se busca mediante la aplicación de ondas de alta frecuencia producir calor para aliviar dolor e inflamación. Con la radiofrecuencia también se logra promover la regeneración de los tejidos porque estimula la producción de colágeno. Está indicado para dolores agudos o crónicos, cicatrices de episiotomía o cesárea y contracciones de los músculos del piso pélvico.
• Biofeedabck guiado por ecografía. Esto incluye la visualización de tejidos o funciones afectadas (como el origen de la vejiga o la uretra) con ultrasonido transvaginal (no invasivo) y ejercicios para fortalecer el piso pélvico. o aprender a relajarse con electroestimulación.
• Terapia de inducción miofascial: se trata de una técnica manual que permite la valoración y sanación, ya que ayuda a liberar tensiones y disfunciones a nivel muscular y fascial de la zona pélvica. Este método es eficaz en el tratamiento del dolor pélvico en el vaginismo y la dispareunia.
• Punción seca: en este tratamiento se busca aliviar el dolor pélvico con la inserción de agujas de acupuntura en los puntos de activación, donde comienza el dolor, para liberar la tensión y relajar los tejidos. Se le llama punción seca porque no se le agrega ningún anestésico o sustancia a las agujas de acupuntura. La palpación muscular (apretar, contraer, estirar, etc.) es clave para localizar un desencadenante.

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