Todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado algún tipo de lesión en los pies, ya sea en sus dedos o directamente en el tobillo. Esto se debe, a que es una articulación que exponemos frecuentemente, debido a su uso diario al soportar todo el peso del cuerpo. Acá, te estaré explicando cuáles son esos motivos y qué lesiones pueden estar produciéndose en el pie.

¿Qué es el pie?

El pie es la porción terminal de los miembros inferiores que contiene el peso del cuerpo y permite la locomoción. Ésta estructura anatómica está compuesta por huesos, músculos, ligamentos y otros componentes.

Gracias a estas estructuras anatómicas nos podemos mantener de pie y caminar…

El pie es la base de sustentación del aparato locomotor, este tiene la capacidad de convertirse en una estructura rígida o flexible en función de las necesidades para las que es requerido y las características del terreno en que se mueve, todo esto gracias a su biomecánica.

Regiones del pie

Es posible reconocer diversas regiones en el pie:

• Planta: zona inferior del pie.
• Empeine: zona superior del pie.
• Talón: zona posterior de pie.

En cuanto a sus componentes óseos, se pueden distinguir las falanges (los huesos de los dedos), metatarso y tarso.

Importancia de las funciones del pie

El pie es fundamental, ya que cumple la función de soporte esencial para poder desplazarnos (caminar). Nuestros pies cumplen con 4 funciones básicas:

1. Adaptarse a superficies irregulares.
2. Funcionar como una palanca rígida que crea la fuerza de propulsión necesaria para caminar.
3. Trasladar las fuerzas de rotación producidas por la cadera.
4. Absorber el constante impacto con las superficies.

Sus músculos y tendones trabajan conjuntamente con los huesos, ligamentos y articulaciones para que los pies logren realizar estas funciones. Si alguno de estos componentes no funciona apropiadamente, todos los demás se verán afectados.

Es muy importante recalcar que los movimientos propios del pie no causan su lesión, sino el uso repetitivo y la exposición a terrenos irregulares o el alto impacto, que incrementan el riesgo de lesión. Todo esto va desgastando las diferentes estructuras del pie.

El pie del ser humano tiene 33 articulaciones, 26 huesos y más de un centenar de tendones, ligamentos y músculos, es fácil de entender que sea propenso a muchas lesiones.

Las lesiones de los dedos del pie, de los pies o de los tobillos ocurren más comúnmente durante:

• Deportes y actividades recreativas.
• Tareas relacionadas con el trabajo.
• Trabajos o actividades en el hogar.

¿Qué patologías o lesiones se pueden producir en los pies?

El pie es propenso a muchas lesiones, entre las cuales se encuentran:

• Hallux abductus valgus (Juanetes).
• Esguinces de tobillo.
• Tendinopatía tendón de Aquiles.
• Pie plano (también conocido como caída del arco).
• Pie cavo.
• Pie zambo.
• Dedos en garra o en martillo.
• Neuroma de Morton.
• Enfermedad de Freiberg.
• Deformidades congénitas.
• Pie Reumático.
• Espolón calcáneo.
• Fascitis plantar.
• Enfermedad de Sever.
• Enfermedad de Haglund.
• Necrosis de Escafoides.
• Estrés metatarsiano.

¿Cómo puede favorecer la fisioterapia en el tratamiento de las patologías del pie?

Sin duda alguna, la fisioterapia es uno de los tratamientos conservadores que ha demostrado ser eficiente en la disminución de dolor en pacientes con lesiones en la parte del tobillo y pie. Esto gracias al empleo de sus distintas técnicas y herramientas, que aportan a los usuarios analgesia y mayor funcionalidad para desenvolverse en su día a día. A continuación les estaremos explicando alguno de los tratamientos que en FisioClinics Bilbao se pueden aplicar en este tipo de lesiones:

• Terapia manual: Estimula la capacidad de recuperación del organismo, aporta mayor movilidad articular, elimina las contracturas, relaja la musculatura y ayuda a la disminución de la percepción del dolor.
• Terapia de ondas de choque: Se aplica con el fin de rejuvenecer los tejidos, estimular la producción de células madres, acelerar el tiempo de reparación de los tejidos, disminuir la inflación y eliminar el dolor. Con su uso se pueden tratar lesiones tendinosas, como la fascitis plantar, esguince de tobillo y lesiones óseas (fracturas del pie).
• Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI): es una terapia ligeramente más invasiva, que se usa con el fin de lograr recuperar el tejido afectado. Ésta técnica es capaz de poner en marcha un nuevo proceso de proliferación del tejido colágeno, que facilita la reparación de los tejidos lesionados. Actúa sobre los tejidos blandos (tendón, ligamento, músculo, etc.)
• Ejercicio terapéutico: Con el propósito de aumentar la movilidad, flexibilidad y funcionalidad de las articulaciones. Además, para potenciar las capacidades perdidas por la lesión, reducir o eliminar el dolor y restaurar la función muscular y articular.
• Electroestimulación: Para crear un efecto analgésico sobre la zona, debido que bloquea las vías de dolor. Además, mejora la vascularización de los tejidos y acelera el metabolismo para facilitar su reparación, disminuye síntomas como la inflamación y mejora la circulación.
• Ultrasonido: Se aplica debido a su capacidad de regeneración tisular, que acelera los tiempos de reparación y cicatrización de los tejidos blandos. Además, ayuda a reducir síntomas como el dolor y la inflamación en este caso en tobillo y pie.
• Vendaje neuromuscular (Kinesiotape): Se aplica para aliviar el dolor de las zonas afectadas por lesiones articulares o musculares. Además de brindar analgesia del dolor, proporciona movilidad, disminuye la inflamación y mejora la circulación.

Es importante recalcar que el tratamiento irá encaminado dependiendo de la Evaluación Diagnóstica Fisioterapéutica, en donde se realiza una valoración subjetiva para recolectar la mayor información posible de cómo se desarrollaron los síntomas y una valoración objetiva, en donde se realiza una exploración física y se llevan a cabo una serie de pruebas diagnósticas para identificar la verdadera causa de los síntomas.

Los tratamientos expuestos anteriormente son algunos de las herramientas terapéuticas a las que se pueden acudir, pero cada paciente es diferente así que los tratamientos son personalizados y basados en las capacidades y limitaciones de cada usuario.

Cabe recalcar que es sumamente fundamental que fortalezcamos toda la musculatura del pie, de manera preventiva, esto se logra a través del ejercicio terapéutico, con el fin de reducir los riesgos de lesión y aportar mayor funcionalidad y mejora de salud al paciente. Sin duda alguna, la fisioterapia preventiva es una herramienta eficaz para el tratamiento y la prevención de este tipo de lesiones.