Existen múltiples lesiones que aquejan al pie, entre ellas está el dedo en martillo en donde el dedo está curvado en una posición fija en forma de Z. Esto debido a la sobrecarga en los dedos y el uso de calzado inadecuado. Acá te estaré explicando cómo se produce esta lesión, algunas recomendaciones para evitar su aparición y el tratamiento que aplicamos desde la fisioterapia en FisioClinics Bilbao.

¿Qué es el dedo en Martillo?

El dedo en martillo es una deformidad de los pies que se produce debido a un desequilibrio en los músculos, los tendones o los ligamentos que normalmente mantienen rectos los dedos de los pies.

Suele afectar al segundo, tercer y cuarto dedos del pie…

El dedo en martillo consiste en una curva anormal en el medio de la articulación del dedo del pie. Es una deformidad visualmente caracterizada por una flexión mantenida del dedo y la incapacidad para extenderlo activamente. La articulación interfalángica proximal se encuentra en flexión y la distal en extensión.

La población adulta es la principal candidata a sufrir deformidades en los dedos de los pies. Es más frecuente en las mujeres generalmente por el uso prolongado de zapatos estrechos o tacones altos y por factores hereditarios.

Tipos de dedos en martillo

• Flexibles: se corrigen fácilmente con la manipulación o al apoyar el peso sobre estos dedos.
• Rígidos: Son aquellos en los que no podemos corregir la deformidad al extender el dedo.

¿Cómo se produce el dedo en martillo?

Estas deformidades se desarrollan como resultado de un desequilibrio muscular del pie, en donde los músculos intrínsecos están débiles y los músculos extrínsecos más fuertes.

Generalmente, los dedos en martillo pueden ser causa de un desequilibrio de fuerzas en donde el flexor corto y el extensor del dedo se encuentran débiles y un flexor largo potente y retraído. Esto debido al tipo de calzado que usas, la estructura del pie, los traumatismos y algunos procesos de enfermedades pueden contribuir a la aparición de estas deformidades.

¿Cuáles son las causas del dedo en martillo?

• Determinados calzados. Los zapatos de tacón alto o el calzado con horma muy angosta pueden apretar demasiado los dedos del pie e impedir que se apoyen en posición horizontal. Esta posición de los dedos doblados puede persistir con el tiempo, incluso al quitarte el calzado.
• Si te das un golpe, te aprietas o te fracturas un dedo del pie, es más probable que ese dedo se convierta en un dedo en martillo o en maza.
• Desequilibrio de los músculos de los dedos del pie. El desequilibrio produce inestabilidad, lo que puede causar que el dedo se contraiga.
• Factores congénitos.
• Determinadas enfermedades: Poliomielitis, Artritis.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de tener dedo en martillo son los siguientes:

• Edad. El riesgo de tener dedo en martillo aumenta con la edad.
• Sexo. Las mujeres son mucho más propensas a padecer dedo en martillo que los hombres.
• Longitud del dedo del pie. Si tienes el segundo dedo del pie más largo que el dedo gordo, tienes más riesgo de presentar dedo en martillo.
• Alteración del hallux: juanete o hallux valgus, aumento de la longitud del dedo afectado, así como el pie plano.
• Determinadas enfermedades. La artritis y la diabetes pueden volverte más propenso a presentar deformidades de los pies. Además, algunos factores hereditarios podrían influir.

Síntomas del dedo en martillo

• Disminución del movimiento.
• Flexión permanente del dedo.
• Alteraciones de la marcha.

¿Qué tan grave puede llegar a ser el dedo en martillo?

En caso de no atender a tiempo la lesión se puede requerir de una cirugía para disminuir el dolor, ya que, con el tiempo, los tendones del dedo del pie pueden contraerse y tensarse, haciendo que el dedo del pie se doble en forma permanente. El tratamiento quirúrgico se dará en casos más severos y “rígidos”, cuando no se obtiene mejoría de forma conservadora.

Tratamiento fisioterapéutico del dedo en martillo

• Termoterapia: baños de parafina para disminuir la rigidez articular y el dolor. La parafina permite que se retenga el calor en la zona afectada, y la humedad que se forma internamente humecta y nutre las capas de la piel, aumentando la circulación de la sangre y a su vez relajando los músculos.
• Estiramientos: para aumentar la flexibilidad y reducir el patrón flexor, además para relajar la musculatura tensa.
• Terapia manual: se emplean técnicas de tracción, manipulaciones y posiciones mantenidas para interrumpir el patrón flexor, aumentar la movilidad y equilibrar las tensiones musculares.
• Férulas correctoras: para facilitar el proceso del tratamiento y eliminar el patrón postural del dedo.
• Ejercicio de fortalecimiento: para potenciar la fuerza de la musculatura debilitada.
• Electroestimulación: para la potenciación de la musculatura.
• TENS: para disminuir el dolor y aumentar el metabolismo para reparar los tejidos lesionados.
• Ultrasonido: Se aplica debido a su capacidad de regeneración tisular, para acelerar los tiempos de reparación y cicatrización de los tejidos blandos. Además, para ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
• Magnetoterapia: Para brindar analgesia, acelerar los procesos de reparación de los tejidos, aportando mayor flujo sanguíneo e ir preparando a la zona para su movilización.
• Masoterapia: para descontracturar la zona y aumentar la circulación, lo cual va a generar un efecto relajante sobre la musculatura.
• Reeducación de la marcha: para corregir los patrones antiálgicos y evitar recaídas en la lesión.

Recomendaciones para prevenir la aparición del dedo en martillo

• Usar calzado de su talla.
• Evita usar tacones.
• Utilice zapatos cómodos.
• Fortalezca los músculos del pie.
• Realice estiramientos de los pies.
• Si posee alguna deformidad en los pies acuda lo antes posible a consulta.

Sin duda alguna la fisioterapia es un tratamiento conservador eficaz para tratar este tipo de lesiones, ya que a través de sus distintas técnicas y herramientas ayuda a reducir el dolor, aumentar la movilidad y flexibilidad de los pacientes. Además, permite recuperar nuevamente la funcionalidad del pie, lo que incrementa la calidad de vida del usuario.