El sector de la nutrición avanza a pasos agigantados. Tanto para cosas buenas como malas. Así como surgen nuevos estudios de nuevas terapias mediante la alimentación, también surgen muchos bulos a cerca de temas relacionados con la dieta o tipos de dietas.

Sin embargo, no está demás estudiar cada caso. En el caso del ayuno intermitente, protocolo o moda que surgió hace pocos años es en realidad un comportamiento alimentario que hace muchísimos años ya venía realizándose. Por ejemplo, en el Ramadán de la religión musulmana. Ahora, al ayuno intermitente, se le atribuyen efectos espectaculares. Y otros la tachan de inútil o incluso peligroso para la salud.

Pero como en ciencia las cosas, muchas veces, no son blanco o negro. Son una gran amalgama de grises, vamos a explicar que sabemos hasta la fecha a cerca del ayuno intermitente.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente es un patrón de alimentación en el cual se alternan períodos de ayuno y de alimentación. Cuando hablamos de el periodo de ayuno, durante este lapso de tiempo, no se puede consumir ninguna comida o bebida que aporte energía. Si se puede beber agua, infusiones, té o café.

Este patrón de alimentación no está indicado para ciertas patologías, por lo que te recomendamos acudir a un Dietista – Nutricionista en Bilbao que te asesore y te ayude a implementarlo si lo viera necesario.

Existen distintos tipos de ayuno:

• El más común, y que genera mayor adherencia a la dieta, es el ayuno 16/8 (ayunar durante 16 horas y comer durante 8 horas)
• Ayuno 5:2 (ayunar 2 de los 7 días de la semana)
• Ayuno de 24 horas (ayunar 1 día completo a la semana)

¿Qué beneficios se le atribuyen al ayuno intermitente?

Al ayuno intermitente se le han atribuido varios beneficios para la salud. Aquí los exponemos:

1. Pérdida de peso: el ayuno intermitente puede ayudar a reducir la ingesta calórica diaria y aumentar la reducción de grasa corporal.
2. Mejora del metabolismo: el ayuno intermitente puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre.
3. Aumento de la longevidad: algunos estudios sugieren que el ayuno intermitente puede aumentar la esperanza de vida y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
4. Mejora de la salud del corazón: el ayuno intermitente puede ayudar a reducir la presión arterial y el colesterol, lo cual puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
5. Mejora de la salud del cerebro: el ayuno intermitente puede aumentar la producción de ciertas hormonas y proteínas que pueden mejorar la salud del cerebro y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
6. Incremento de procesos de autofagia digestiva. Los procesos de ayuno, han demostrado ser beneficiosos a la hora de mantener un buen funcionamiento del sistema digestivo.

Muchos de estos beneficios no vienen directamente de la práctica del ayuno. Hemos de entender que la práctica del ayuno, restringe la posibilidad de comer durante cierto tiempo. Lo que puede dar lugar a estar ingiriendo menos energía de la necesaria. Comúnmente llamado restricción calórica, vital para realizar procesos de reducción de grasa corporal. Lo cual, ayudará a la reducción de peso, mejora de la resistencia a la insulina y mejora de la salud cardiovascular.

No será efectivo si durante las ventanas de ingesta no llevamos una alimentación, variada, equilibrada y saludable…

Aún así, el ayuno intermitente, no será efectivo si durante las ventanas de ingesta no llevamos una alimentación, variada, equilibrada y saludable. Para no caer en déficits nutricionales.

Además, a la hora de implementar estos protocolos, deberemos de individualizar y ver si nos puede venir bien. Existen ciertas personas, que prefieren comer ingestas más pequeñas, pero repartidas a lo largo del día. Otra, en cambio, prefieren hacer 2-3 ingestas grandes a lo largo del día. En el caso del segundo grupo, será mucho más fácil la adherencia a este protocolo.