Si tienes mascota y acostumbras a llevarla en el coche, no olvides que puede convertirse en una distracción y que el 30% de los accidentes, según datos de la DGT, se producen por una distracción del conductor. La normativa actual no indica específicamente nada sobre el transporte de animales de compañía,  aunque se advierte del riesgo de no llevarlos sujetos, pero debemos recordar que llevamos seres tan indefensos como los menores y hay que tratarlos con la mayor seguridad.

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La Dirección General de Tráfico (DGT) encargó al instituto de investigación Centro Zaragoza un estudio sobre la incidencia de las mascotas en los accidentes de tráfico. El objetivo es concienciar sobre la necesidad de viajar seguros cuando transportamos a nuestro compañero animal.

La principal conclusión extraída es que el animal se puede convertir en una distracción constante y no podemos olvidar que aproximadamente el 30% de los accidentes, según datos de la DGT, se producen por una distracción del conductor. La otra gran conclusión del estudio es que el animal en el interior del coche se convierte en un “bulto” semejante a una bolsa de viaje. Si se trata de un perro, un pasajero habitual en  muchas familias, el Centro Zaragoza subraya que un can suelto en los asientos traseros en caso de colisión frontal supone el mismo peligro para los ocupantes delanteros que un pasajero de atrás sin cinturón. Se explica, además, que en esta situación el riesgo de que el ocupante del asiento delantero sufra lesiones se multiplica por dos. Según cálculos de este estudio, en una colisión frontal la deceleración que se produce multiplica el peso fácilmente por 20 ó 30, de manera que en el caso de un perro de unos 20 kilos de peso, aproximadamente, al golpear contra el asiento delantero lo haría con una fuerza equivalente al peso de un objeto de 600 kilos.

Por ello, hay una serie de recomendaciones para viajar seguro con nuestros animales. Lo mejor es interponer entre el animal y los pasajeros una barrera fija con suficiente resistencia para aguantar las fuerzas que se generan en una colisión. Si el animal es pequeño o se trata de un gato (más inquieto y ágil) los llamados transportines constituyen una buena opción porque facilita la colocación del animal en el sitio adecuado y evita que se mueva.Una buena opción para los perros es el arnés de seguridad, su “cinturón de seguridad, pues evita que, en caso de frenazo o colisión leve, el animal se lesione.

ACCESORIOS DE SEGURIDAD

REDES: se enganchan a cuatro puntos fijos del coche. Hay que comprobar si su tamaño es adecuado (que cubra del techo al suelo). Hay que tener en cuenta que si la red es muy elástica no retiene a la mascota en caso de impacto.
BARRAS SEPARADORAS: un entramado de barras horizontales y verticales que se adaptan a la altura y anchura del coche, impidiendo al animal que pase a la zona de los pasajeros. Son fáciles de instalar y retienen mejor al animal, a pesar de que en muchas ocasiones no aguantan el empuje de un perro grande.
ARNÉS DE SEGURIDAD: una correa que por un lado se engancha al arnés del perro y, por otro, tiene una lengüeta que encaja en el broche del cinturón de seguridad. En colisiones de poca velocidad son eficaces.
BARRERAS A MEDIDA: son rejillas, normalmente metálicas, hechas a medida para cada modelo de vehículo. Generalmente, se realizan para retener cualquier tipo de carga, pero actúan perfectamente en el caso de los animales.
TRANSPORTINES: reducen la movilidad del animal y se pueden colocar en el lugar adecuado. Es conveniente colocarlo junto a la barrera o elemento de retención, o en la zona de carga, pegado al respaldo del asiento trasero. Muchos llevan unas ranuras que permiten sujetarlo con el cinturón de seguridad.