Disco de la semana: THE PAINS OF BEING PURE AT HEART : HIGHER THAN THE STARS EP

The Pains of being Pure at Heart son un grupo-hype de Nueva York cuyo
primer disco (The Pains of being Pure at Heart, editado este mismo año),
desató la euforia de la prensa musical independiente a ambos lados del
Atlántico. En el Reino Unido se sintieron enormemente felices de que sus
primos americanos dieran por fin muestras de arrepentimiento, se cayeran
del caballo y abrazaran la fe indie-shoegazer que el NME predica desde el
principio de los tiempos. En USA se vieron contentos de darles en la
frente a sus estirados parientes ingleses con una banda capaz de sonar más
británica que ellos mismos sin salir de Brooklyn. Y entre unos y otros,
toda una armada de pobres huerfanitos indies que estaban a punto de
abandonar las diademas y las Converse rosas respiraron aliviados y
volvieron a peinarse el flequillo.

The Pains of being Pure at Heart se encontraron de pronto con la realidad
de las portadas de revista y el jet-lag de las giras internacionales
(pudimos verlos en el último Primavera Sound) sin mucho más que 10
canciones de feliz indie pop en la maleta y un single (Everything with
You) transformado en himno alternativo. Que hayan optado por añadir cinco
canciones más a la lista en lugar de esperar a un segundo disco largo es
un punto a su favor. Que la quinta de esa lista sea una remezcla a cargo
de Saint Etienne es, además, la confirmación de que la cosa va en serio
para ellos.

Higher than The Stars es un EP continuista como no podía ser menos: otra
rociada de almíbar indie con melodías sonrientes, estribillos y feedback
rebajado. The Pains of being Pure at Heart suenan como si My Bloody
Valentine
se hubieran quedado encerrados en una pastelería después de
grabar Loveless y nunca hubieran querido salir…Tan dulzones que seguro que
tienen contraindicaciones en caso de hipertensión, todas sus canciones son
un homenaje al pop adolescente de la generación C86: con unas gotas de los
Cure más coloridos (Just like Heaven) en Higher tan the Stars, con una
guinda de shoegaze en 103 y Twins, o con toques cristalinos que te hacen
preguntarte si en realidad no serán suecos en Falling Over. El postre en
forma de remezcla para Higher tan the Stars añade un colchón de plumas
electrónicas al conjunto, cerrando un disco tan mono y tan delicado que
parece que puedas romperlo con la mirada.

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