De las manzanas se puede elaborar un maravilloso aderezo que se ha convertido, desde siempre, en un ingrediente imprescindible para acompañar muchas ensaladas. Es el caso del vinagre de manzana, que se elabora a partir de la fermentación alcohólica de las manzanas frescas y maduras.
El vinagre de manzana es un líquido natural lleno de beneficios y de propiedades, que consumido de forma regular y en las cantidades indicadas, sirve a la hora de prevenir determinadas enfermedades y problemas de salud, o actúa como tratamiento natural para reducir aquellos trastornos que ya se encuentren presentes.
Tal y como nos indica la nutricionista Gabriela Uriarte, para disfrutar de estas cualidades lo mejor es tomar el vinagre de manzana en ayunas y de forma diaria, aunque también es cierto que dependiendo del trastorno o patología a prevenir y/o tratar la dosificación y momento de consumo será distinta. Así, una buena opción es tomar agua con vinagre de manzana, con pajita para no dañar el esmalte.
El vinagre de manzana es una bebida ideal para nuestro sistema digestivo, ayudando a calmar y a aliviar los síntomas más típicos y característicos cuando existe alguna molestia digestiva o abdominal. Es útil para aliviar las incómodas flatulencias y la hinchazón abdominal. Por otro lado, en caso de acidez de estómago, y ardor también, ayuda a reducir sus síntomas. Y, por último, pero no menos importante ayuda a mejorar sensibilidad a la insulina por lo que es un complemento a nuestra alimentación excepcional.