Iker, amigo y compañero de tertulia emocional, es una de las personas más inquietas y curiosas que conozco. No sólo porque es de los pocos que no caen en la rutina de seguir siempre la misma senda para ir al trabajo. También, porque su curiosidad nos empuja constantemente fuera de nuestra zona de confort lectora. La última vez el motivo fue la elección de un nuevo libro y su original propuesta.
“¿Por qué no leemos algo de física cuántica?”
Incredulidad. Inquietud. Además de sueños y tertulias, compartimos tantas ganas de aprender que nos impiden huir de retos como éste. Así que acabamos en nuestra librería de cabecera, buscando consejo, sin el título del libro por leer, y con algunas dudas… Afortunadamente, nos encontramos con dos interlocutores amantes de la lectura dispuestos a compartir la búsqueda. Y también quiso la
No somos gente que se amilane así que -después de intercambiar algunos argumentos- por fin llegamos al ansiado libro cuyo título no recordábamos. Resultó ser “Cómo explicar física cuántica con un gato zombi: la ciencia más loca explicada de forma sencilla” (Varios autores. Alfaguara 2016). Interesante, curioso.
Sé que los fenómenos cuánticos no se aplican a seres macroscópicos como nosotros. Lo he aprendido con este libro. Pero también creo en el poder inspirador de las analogías, de las similitudes para generar nuevas ideas y espacios a explorar.
Así que me quedo con algunas ideas que creo tienen ese poder de “sugerir” otras tantas nuevas.
Aunque no se aplican a seres macroscópicos como nosotros, los fenómenos cuánticos pueden ser inspiradores. Hace unos días los degusté en nuestra tertulia. Veremos donde nos llevan.
Llevo un tiempo con una melodía triste sonando en mi cabeza. No me imposibilita seguir…
Bajo el título “Este bebé con un casco tiene la clave para entrenar la IA”…
Imagen de Chen en Pixabay Matrix (1999), Ready Player One (2018), Blade Runner (1982), Yo,…
Pensando en qué escribir en esta entrada, me topé varias veces con un término que…
Una de las crisis existenciales más importantes del ser humano es la provocada por la…
El pasado 27 de febrero tuvo lugar la conferencia “Liderazgo para la transformación social” organizada…
View Comments
Estamos formados por partículas pequeñas
Nuestro Profesor de Mecanica Cuatica, nos decia que las partculas en realidad son Ondiculas, que tienen un comportamiento de particulas y odas a la vez, como muestra el experimento de la doble rejilla.
Con mi compañera. Karina Saucedo Ruiz.
La fisica cuantica nos ayuda a entender que todo esta interrelacionado e interconectado. Somos Todo Uno.
Javier,
me parece muy procedente el ejercicio que propones de relacionar emociones con energía, ondas y estados vibracionales.
En un día muy lejando esa propuesta tuya va a ser parte de una comprensión generalizada, mucho más amplia, y espero que mucho más profunda.
Mientras tanto, muchas gracias por la recomendación de lectura, nos hacen falta muchos gatos zombies para despertar a tanto ser humano zombie.
Gracias Javi por este estimulante post, y cuan interesante!!!!
Yo también pienso que las emociones tienes estas propiedades cuánticas, dualidad, son ondas, partículas, tienen vibración y superposición (quizás no en todos los estados emocionales), son observables, y a través de ellas se observa el mundo, cada una de ellas tiene múltiples efectos y sus "ondas de probabilidad" y se les puede aplicar el "principio de incertidumbre".
Me ha encantado por la audaz apertura a "conexiones creativas y cuánticas"