Las semillas son un regalo, se pueden consumir en cualquier estación del año y su uso en la cocina es muy extenso. La nutricionista Gabriela Uriarte nos destaca en esta ocasión las propiedades más generales de las semillas:
Su contenido en ácidos grasos insaturados (omega-3, omega-6 y 9), u contenido en proteínas (aminoácidos esenciales), que las hace un alimento con una proteína completa: que contiene todos los aminoácidos esenciales.
Su alto contenido en fibra, por lo que ayudan al tránsito intestinal y pueden ser un remedio para casos de estreñimiento además de ayudarnos a controlar los niveles de colesterol plasmático.
En cuanto a los minerales, destacamos su contenido en calcio, magnesio y hierro. No contienen gluten, por lo que son aptas para las personas con sensibilidad al gluten o celíacas.
Existen gran variedad de semillas amapola, chía, cáñamo, lino… pero hoy quremos presentaros las semillas de calabaza. A las semillas de calabaza se les atribuyen múltiples beneficios. Son ricas en magnesio y fósforo y tienen un alto contenido en proteínas.
La mayoría de los frutos secos y las semillas tienen anti-nutrientes como el ácido fítico, que puede hacer que todos los nutrientes importantes mencionados anteriormente estén menos biodisponibles al momento de ser consumidos. Aunque no es tan preocupante como parece, podemos reducir el efecto anti-nutriente lavando las semillas y remojándolas antes de su uso.
La recomendación de Gabriela: Añadir semillas a tus preparaciones es una manera excelente de aumentar su densidad nutricional y su sabor.