La nutricionista Gabriela Uriarte nos habla hoy del puerro, una hortaliza de la familia de las Liliáceas, cuyo bulbo es comestible: una especie de cebolla alargada que también recibe el nombre de ajo porro.
El sabor del puerro es parecido al de la cebolla, aunque más suave y dulce. Además de sus cualidades culinarias, cabe destacar que este vegetal cuenta con propiedades beneficiosas para el organismo humano. En primer lugar, el componente principal de los puerros es el agua, así que supone un escaso contenido calórico, interesante para tratar la obesidad. Asimismo, los puerros son un alimento con propiedades diuréticas, gracias a su contenido en potasio y la pobreza en sodio. Consumir puerro es recomendable, por tanto, para las personas que sufran retención de líquidos, hipertensión o gota.
El puerro ayuda también a combatir el estreñimiento, ya que las fibras que este alimento contiene generan un efecto mucilaginoso. Aun así, cabe destacar que su consumo excesivo puede provocar flatulencias debido al azufre que este contiene.
El puerro posee también propiedades beneficiosas contra las afecciones respiratorias. Al igual que la cebolla, este alimento puede ayudar en los problemas bronquiales, de tos intensa, etc. por el hecho de contar con propiedades antibacterianas que lo convierten en un antibiótico natural.
El puerro es también una buena fuente de vitaminas, especialmente del grupo C, E y B6, así como también aportan carotenos, ácido fólico y potasio. Así mismo, se ha demostrado que el consumo de este vegetal puede contribuir a una reducción del colesterol y los triglicéridos.