Marcelo Bielsa ha dicho, en la rueda de prensa previa al choque de Liga Europa ante el Salzburgo en Bilbao, que no piensa aún en hacer rotaciones a pesar de lo comprimido del calendario del Athletic, que el lunes ante Osasuna inició una sucesión de siete partidos en apenas tres semanas.

“Si la sucesión de partidos generara alarma en el cuerpo de un jugador, lo tendríamos en cuenta para no arriesgarnos a ninguna lesión. Pero por el momento no lo hemos visto y no pensamos en modificaciones por ese motivo”, ha comentado el técnico argentino, que ha descartado cambios por esa razón pero no por otra.

En ese sentido, hoy, al contrario que en otras ocasiones, no ha adelantado el once inicial para mañana, aunque no parece que vaya a diferir mucho del que jugó el lunes. Si acaso, podrían entrar Aurtenetxe, San José, Gurpegui o Herrera, al que ha confirmado “en condiciones de jugar” tras su reaparición el lunes.

El de Rosario ha admitido que imponerse al Red Bull de Salzburgo facilitaría mucho la clasificación para la siguiente ronda, pero ha asegurado que, por una u otra razón a los partidos “siempre hay que salir a ganar, o a intentar ganar”.

En ese sentido, ha recordado siempre hay cosas a corregir, como el bajón de juego del último tramo del encuentro ante Osasuna porque su equipo dio “por cerrado el partido antes de tiempo”.

En cuanto al rival que visita mañana San Mamés, Bielsa ha recordado que el Salzburgo jugó “un primer tiempo de nivel” en su visita al París Saint Germain en la primer jornada.

A su juicio, el de Ricardo Moniz es “un equipo ágil, con mucha dinámica, explosividad en el aspecto físico y algunos talentos que lo compensan entre creatividad y esfuerzo”.

En ese sentido, ha apuntado que, “en el fútbol actual, no hay forma de ver un equipo accesible y tampoco tan poderoso como para pensar que no puedes ganarle”. “No hay partido que la aspiración no sea ganar, se trate del rival que se trate siempre hay la ilusión de vencerlo”, ha considerado.

El de Rosario, por otro lado, ha dicho que las hojas con mensajes escritos que ha colgado en ocasiones en el banquillo durante los partidos son “una cosa personal cuyo único objetivo es la generosidad”. “En todo caso es poco trascendente, es para provocar felicidad en otro. Pero no lo volveré a hacer”, ha adelantado.