En las últimas semanas han sido varios los momentos en los que me he encontrado con una pregunta y una reflexión, de una profundidad asombrosa. ¿Qué te mueve? ¿Qué te ilusiona?
Recientemente Pablo Cueva publicaba en este blog una entrada sobre la ilusión que me hizo reflexionar sobre la capacidad de movilizar energía de esta emoción. Esta misma semana Cristina Zurita en la Jornada organizada por Innobasque y el Consorcio de Inteligencia Emocional dentro de los Martes de Innobasque, volvía a lanzar la pregunta: ¿Qué te mueve? y añadía otro matiz importante, ¿Qué te conmueve? Llevándonos a un terreno más vinculado al sentir emocional.
Estas preguntas nos trasladan directamente a bucear en nosotros mismos, y tratar de encontrar los elementos que nos motivan y nos dan esa energía que necesita
Pero en muchas ocasiones renunciamos a alcanzar eso que nos gustaría por diferentes motivos. Buscamos justificaciones racionales para acallar ese impulso emocional, que cuando lo contrastamos con la realidad y la racionalidad de los hechos, hace que se diluya y se convierta en imposible. En muchas ocasiones tomamos decisiones basándonos en lo que otros quieren, o en lo que será más sencillo, o en lo que cause menos incomodidad en ese momento. Nos han enseñado a vivir dentro de una caja de aquello que creemos que podemos tener y de aquello que ya sabemos. Nos conformamos con lo que tenemos y renunciamos a nuestros sueños
Es necesario hacer un acto de valentía para poder recorrer ese camino orientado a nuestros sueños. Elegir vivir nuestra vida, con coherencia, integridad, con plenitud. Recientemente leía una entrevista a Pablo d’Ors , sacerdote y escritor que decía “ Creo que es un error buscar la felicidad, y ello porque la solemos identificar con el bienestar. Lo que más bien deberíamos buscar –al menos, es lo que yo busco– es la plenitud, que es distinto, y que significa vivir intensamente aquello que te toca vivir”
La plenitud, es vivir en coherencia con tus valores, con lo que es importante para ti, con lo que tú deseas alcanzar, pese a las dificultades o circunstancias. La plenitud es conectar con eso que te mueve, que te ilusiona.
Permitámonos soñar, ilusionarnos, creer que es posible, sintámoslo y veréis como encontramos la energía necesaria para transitar el camino.
¿Creéis que es posible transitar por el camino de los sueños y las ilusiones? ¿Os atrevéis a hacerlo?
Llevo un tiempo con una melodía triste sonando en mi cabeza. No me imposibilita seguir…
Bajo el título “Este bebé con un casco tiene la clave para entrenar la IA”…
Imagen de Chen en Pixabay Matrix (1999), Ready Player One (2018), Blade Runner (1982), Yo,…
Pensando en qué escribir en esta entrada, me topé varias veces con un término que…
Una de las crisis existenciales más importantes del ser humano es la provocada por la…
El pasado 27 de febrero tuvo lugar la conferencia “Liderazgo para la transformación social” organizada…
View Comments
Me ha gustado mucho su publicación...
Muchas gracias Zlata.
Sin duda, Roberto.
Caso que no nos queda otra, transitar por las ilusiones personales y por las colectivas, aunar ilusiones y trabajar por ellas, es probablemente lo que da sentido a la búsqueda de la "plenitud", más allá del bienestar de la felicidad.
Gracias por tu post.
Un abrazo!!
Totalmente de acuerdo Iñaki.
Gracias por tus comentarios
Un abrazo,