¡¡Toca Mudanza!!. Nos trasladamos de edificio.
Estas situaciones y procesos de cambio son algunos de los retos a los que se enfrentan algunas organizaciones como ocurre en la actualidad con la organización en la que yo trabajo.
Este acontecimiento quiere utilizarse como algo más que un mero traslado puesto que lo que se pretende es conseguir un cambio conceptual, un cambio en la cultura de la organización, por lo que el edificio está diseñando para que sus espacios y recursos sean compartidos en un intento de romper la cultura de departamentos estancos e inconexos.
Sin embargo, esta idea choca con algunas paradojas y contradicciones en aspectos de participación, información y comunicación.
Entran en juego las emociones, en este caso colectivas, como (des)confianza, (in)seguridad, ansiedad, miedo e incertidumbre y hasta cierta indignación.
Para evitar todo esto John P.Kotter en su obra “Las claves del cambio” nos propone una sencilla e ilustrante teoría; se trata de transmitir y recibir la VERDAD.
El cambio se produce a través de conocer la verdad. Una verdad que puede influir en los pensamientos y por tanto en las emociones.
El cambio se consigue si este aspecto de la verdad se gestiona bien, sobre todo en épocas turbulentas.
Kotter propone que se evitan riesgos cuando se sabe hacer frente a los “anticuerpos” que rechazan todo cambio, rechazan lo nuevo.
Cambiar la conducta de la gente, “lo que hace la gente”, supone un gran desafío que puede lograrse ayudando a la gente a “ver la verdad” y sientan la necesidad del cambio. El núcleo del cambio está en las emociones.
La frustración se frena cuando se se aplica el principio del VER-SENTIR-CAMBIAR.
Cuando se ve la verdad, se producen emociones que favorecen el cambio.
En esta línea, la teoría de Kotter propone que los cambios exitosos se dan en un proceso de 8 etapas:
Dejo una cuestión para la reflexión.
El miedo al cambio es una cuestión que a menudo presuponemos, casi es una cuestión de percepción puesto que no se sabe, no se conoce lo que realmente sienten y piensan las personas que se verán inmersas en los cambios.
¿Realmente existe el miedo al cambio?
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Todo cambio, por muy bueno que parezca, implica un remolino de emociones. Racionalmente podemos argumentar todo lo que queramos, pero no se puede eludir este coctel de emociones (incertidumbre, miedo, emoción, nervios, expectación, ilusión, añoranza,...), que además como en vuestro caso es colectivo, y por tanto tiene un eco mayor. La verdad, como tú dices, el contar lo que se busca, compartir esa visión, no sólo la parte racional, sino que conecte también con las emociones positivas del cambio, puede ser la palanca necesaria para que las personas se sumen a ese cambio positivo y reduzcan las resistencias naturales que en el camino del cambio siempre surgen. Gracias Javier y suerte con el nuevo espacio! ;-)
Querido Javi,... y ¿Cuál es la verdad?, ¿Cuántas verdades hay en una organización respecto a la misma cuestión?
Abrazo!
Que buen Ejemplo el Cambio de Edificio para entender el Camino del Cambio se mezclan Emociones, Resistencias, inclusive Conflictos Laborales, vale la pena buscar metodos o procesos a implementar para lograr una buena implementación del Cambio, saludos