Y os preguntaréis por qué este post y a santo de qué esta sentencia tan rotunda,…
Como casi siempre me ocurre, mis textos van revoloteando en mi cerebro durante un tiempo y como escuché hace poco tiempo de un buen narrador, en realidad se escriben ellos solos y en mi modesta posición, yo diría que en mi caso además, ellos son los que deciden cuándo salir a la luz.
No es fruto de un día de inspiración sino más bien, algo que llevo gestando en mi interior desde hace ya mucho tiempo y que espero que algún día se convierta en el título de mi siguiente libro (Todo se andará), pero que en estos últimos tiempos necesito proclamar para que quizá haya algún/a líder que recoja el guante y reflexione un poco.
Desde hace mucho tiempo estamos recibiendo numerosos inputs sobre la importancia del liderazgo,
Poco a poco me voy “horrorizando” con este tema (Y con algún otro como el “Desarrollo del Talento”, al que seguramente dedicaré otro post pronto) y cada vez voy viendo con estupor como en vez de ir hacia adelante en nuestras organizaciones, vamos hacia atrás. El famoso “despotismo ilustrado” del siglo XXI del que ya he hablado en alguna ocasión, se está adueñando del panorama directivo con asombrosa facilidad: Todo para el/la trabajador/a, pero sin el/la trabajador/a, gracias a las/los grandes líderes que nos dirigen, añadiría yo, que son las/los que saben y tienen el talento.
Para mí esto es un gran error que pagaremos antes o después. Esto es cambiar un liderazgo autoritario, paternalista y directivo, por otro “transformador” pero a la postre, buscando las mismas metas.
En mi opinión la/el buen líder es la/el que no es necesaria/o. Quien tiene vocación de efímera/o, la/el que es capaz de ayudar a potenciar-se a las personas de su equipo para que sean primero líderes de sí mismas/os y después asumir liderazgos en función de las necesidades de su equipo o de su organización,… si así lo eligen y quieren comprometerse con ello libremente.
Para ello, está aprendiendo todos los trucos: “coaching”, desarrollo de competencias emocionales, teorías sistémicas de las organizaciones o similares, desarrollo de equipos de lo que sea (Mejora, innovación,…), en la mayoría de los casos, para seguir “monitorizando” y “controlando” lo que pasa, para pervivir en su lugar de poder y hacerse necesaria/o,… imprescindible si puede ser.
Amigas/os, es necesario que matemos de una vez a esa/e líder, al líder gurú, imprescindible, estrella; al Guardiola, Mouriño o Del Bosque de turno, que casi siempre dejan arrasada la tierra por donde pasan, que nunca dejan paso si no les echan y cuando ellas/os se van, queda un panorama de organizaciones desnortadas, casi siempre en crisis, que han de empezar muchas veces de más atrás de donde estaban. No os hablaré aquí de las innumerables organizaciones en las que me he llegado a encontrar este “estilo” de liderazgos ni aquellas en las que he llegado después de salir alguno de estos “gurús” que han hecho “de las suyas”….
Necesitamos líderes que se aparten, necesitamos lideres con vocación de servicio, con ganas de desaparecer, con la seguridad en sí mismas/os suficiente para no preocuparse por no ser necesaria/o en un puesto determinado, necesitamos líderes que asuman que la libertad de su equipo está por encima de ella/él, necesitamos líderes que desarrollen líderes para apartarse lo antes posible, necesitamos líderes que no tengan miedo a no serlo y si me permitís tocar otro tema que merece mucho más que una línea, necesitamos líderes que asuman el papel real y el aporte de la mujer en las organizaciones y en igualdad.
No me gusta el cariz que está tomando el management actual, no me gustan los lobos con piel de cordero que siguen buscando el control de las personas, con supuestos modelos de gestión basados en las personas, desarrollando modelos que en realidad no cambian nada, no me gusta que la libertad de la gente no se tenga en cuenta en las organizaciones, ya no. No me gusta que la empresa del futuro siga siendo como la del pasado pero maquillada de siglo XXI, de tecnología, de intraemprendimiento que sigue controlando. No me gusta que las/los de siempre sigan teniendo el poder y sigan marcando las tendencias que en realidad, basadas en buenas palabras, solo les beneficiarán a ellas/os a medio plazo. Si querían cambiar las cosas ya han tenido tiempo y lugar para hacerlo, dejen paso, por favor.
Matemos al líder y tomemos “la bastilla” de nuestras empresas, ejerzamos nuestra libertad en base
Y sobre todo, desenmascaremos a todas/os las/los charlatanes del management del Siglo XXI, que además, casi nunca nos dicen cómo conseguir ese mundo ideal que preconizan y se guardan para ellas/os su varita mágica, su gallina de los huevos de oro.
Es imperiosa la necesidad de implantar un modelo radicalmente diferente, creado entre todas/os. Matemos al líder y asumamos las riendas de nuestra vida profesional y por ende, personal,… me temo que si no lo hacemos así, el futuro de nuestras empresas y de las personas que trabajan en ellas ya lo conocemos de sobra,…
Llevo un tiempo con una melodía triste sonando en mi cabeza. No me imposibilita seguir…
Bajo el título “Este bebé con un casco tiene la clave para entrenar la IA”…
Imagen de Chen en Pixabay Matrix (1999), Ready Player One (2018), Blade Runner (1982), Yo,…
Pensando en qué escribir en esta entrada, me topé varias veces con un término que…
Una de las crisis existenciales más importantes del ser humano es la provocada por la…
El pasado 27 de febrero tuvo lugar la conferencia “Liderazgo para la transformación social” organizada…
View Comments
Iñaki, yo no lo hubiera dicho mejor. Si proclamamos que las personas con el activo más importante de las empresas dejémosles que empiecen a serlo.
Espero ansiosa la llegada de ese libro, que sin duda, leeré.