El escritor leonés Julio Llamazares (Vegamián, 1955) acaba de publicar en la editorial Alfaguara el libro de relatos Tanta pasión para nada. Vuelve así a la narrativa después de seis años de ausencia, desde que publicó la novela El cielo de Madrid. Llamazares comenzó escribiendo poesía a finales de los setenta, y se hizo muy popular con una crónica de costumbres titulada El entierro de Genarín. Después llegaron novelas tan apreciadas como Luna de lobos, La lluvia amarilla y la autobiográfica Escenas de cine mudo. En los últimos años ha escrito varios libros sobre sus viajes por España y Portugal, como Tras-os-Montes, Cuaderno del Duero y Las rosas de piedra. También ha publicado varias antologías de sus artículos periodísticos. Tanta pasión para nada reúne doce relatos, la mayoría inéditos, que reflexionan sobre la pasión que nos mueve, que nos hace vivir y que, como indica el título, suele conducir a la nada. Un canto al nihilismo, muy habitual en el autor, pero que surge de la acción, del compromiso por un mundo mejor. Con el autor hemos charlado.
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