Tenía un miedo cerval a volar. Gracias a aquel cursillo comprendí que era absurdo. El dato no podía ser más contundente: según las estadísticas es mucho más probable matarse en el viaje al aeropuerto que en el propio avión. Ya no tengo miedo a volar. Pero no vuelo. Tengo un miedo cerval a viajar hacia un aeropuerto.
Roberto Moso
Y aquí acaba la historia de este blog de Pompas de Papel. A partir de…
Última entrega por esta temporada del concurso de Pompas de Papel en el que Bego…
Sardinerak es el quinto título de la colección de álbumes trilingües Ipuinak que edita la…
Gizakiaren bizitza distantzian egiten den ekintza baizik ez denez, Edalontzi baten barruan dir-dir egiten duen…
Es el autor de este libro un ciudadano sensato que, preocupado por el futuro del…