La isla habitada más remota del mundo tiene distintos circuitos que permiten conocer en profundidad a una de las culturas más enigmáticas del planeta. Te Ana tiene un recorrido que incluye cinco hitos, entre los que destacan el complejo ceremonial Tahai, donde dicen se puede ver la mejor puesta de sol de Isla de Pascua, donde el romanticismo del cielo es acompañado por cinco gigantes Moai que miran el horizonte.
Museo Antropológico Padre Sebastián Englert: reúne piezas arqueológicas y elementos característicos del patrimonio local. Ubicado en el sector de Tahai, se puede visitar caminando o en vehículo. Su principal atractivo lo compone la recopilación de información tanto geológica como de la civilización de la Isla en sus diferentes etapas de desarrollo (www.museorapanui.cl).
Complejo Ceremonial Tahai: comprende tres altares y el único Moai restaurado con ojos de color coral blanco y escoria roja. Un ejemplo de cómo los Moai se veían antiguamente. Ya está dicho ahí se ve uno de los mejores atardeceres.
Ana Te Pahu: frente a su entrada, por causa de la humedad, crece exuberante manto de vegetación en las paredes rocosas. Esta caverna en su interior tiene dos conductos subterráneos: uno de ellos contiene una fuente de agua lluvia, el segundo sirve como refugio.
Ahu ‘a Tiu: es un altar de siete Moai, reconstruido por arqueólogos con ayuda de la comunidad Rapa Nui. Al igual que otras plataformas de la Isla, los Moai que posee miran exactamente donde se produce el equinoccio de primavera.
Puna Pau: explanada donde se encuentra un pequeño cráter desde donde se extraía la escoria roja, piedra volcánica utilizada en el tallado del cabello de los Moai. En el sector se encuentran 23 prototipos cilíndricos en su etapa inicial de tallado. + INFO
