Compuso una canción verdaderamente ácida. Satirizaba la figura de un cantante protesta que se había hecho inmensamente rico cantando contra el capitalismo. La letra era sutil pero demoledora, un retrato devastador que convertía al trovador aludido en una patética caricatura, en todo un símbolo de la hipocresía y la impostación. La canción fue un éxito rotundo. Y de ahí derivó el problema. Tal fue su masiva aceptación que su comprometido autor se hizo multimillonario.
Roberto Moso
Y aquí acaba la historia de este blog de Pompas de Papel. A partir de…
Última entrega por esta temporada del concurso de Pompas de Papel en el que Bego…
Sardinerak es el quinto título de la colección de álbumes trilingües Ipuinak que edita la…
Gizakiaren bizitza distantzian egiten den ekintza baizik ez denez, Edalontzi baten barruan dir-dir egiten duen…
Es el autor de este libro un ciudadano sensato que, preocupado por el futuro del…
View Comments