Pompas de papel

Tras cuatro años desde la publicación de Vredaman, ya está en las librería la esperada nueva novela de Unai Elorriaga, Londres kartoizkoa da, un trabajo en el que el escritor de Algorta ha querido hablar del totalitarismo. Para ello, se centra en una sociedad imaginaria que durante años padeció una terrible dictadura que dejó a su paso muertos, torturados y un gran número de desaparecidos. La resistencia acostumbró en ese periodo a celebrar reuniones clandestinas en los tejados de la ciudad, unas reuniones que fueron, como tantas otras cosas -el uso público de un idioma entre ellas-, expresamente prohibidas. Quince años después de la caída del régimen, la situación aún no se ha normalizado y las instituciones y el poder judicial continúan viciados. Un grupo de jóvenes se reúne de nuevo en un tejado desde donde observan la estación del tren, a la espera de que regrese la hermana de uno de ellos, que tras veinte años desaparecida ha mandado una carta anunciando su llegada. Además, consiguen hacerse con unas grabaciones que, esperan, logren aclarar algunos de los enormes interrogantes que albergan sobre los años de la dictadura y sobre las injusticias y sufrimientos padecidos por algunos de sus familiares directos.
Por otro lado, la novela aporta una línea distinta que parece caminar hacia la resolución del misterio que rodea un crimen, y que de algún modo, estará imbricado en la trama principal, en la que las enfermedades mentales tienen gran importancia. Londres kartoizkoa da propone una reflexión sobre los aspectos consustanciales a toda dictadura, en definitiva, sobre el terror.

Txani Rodríguez