Pompas de papel

Hace nada menos que 110 años, el diario estadounidense New York Herald empezó a publicar en su edición dominical un cómic tan bello como insólito. Página a página, domingo a domingo, los lectores disfrutaban con las peripecias de un niño llamado Nemo que viajaba en sus sueños a un mundo de fantasía llamado Slumberland. Su autor, Winsor McCay, plasmaba esas aventuras oníricas en maravillosas ilustraciones a todo color. Aquella serie deslumbrante era, ni más ni menos, que Little Nemo in Slumberland, la considerada primera obra maestra del cómic y elemento fundamental en el desarrollo del lenguaje del noveno arte.

Con semejantes antecedentes, parecía claro que nadie iba a atreverse jamás a resucitar a Nemo y el País de los Sueños, pero la suposición era errónea. El reputado Eric Shanower, creador de la magnífica serie La Edad de Bronce, sobre la guerra de Troya, y guionista de la adaptación al cómic de las novelas del mundo de Oz, ha tenido la osadía de actualizar al pequeño Nemo y, aunque el reto era casi temerario, ha conseguido el aplauso de crítica y público.

Con gran respeto al clásico de Winsor McCay, Shanower recupera el mágico mundo de Slumberland y al viajero de los sueños, un niño llamado James Nemo Summerton, cuyo segundo nombre se debe a un tebeo que le gustaba mucho a su padre. Este es tan solo el primero de los múltiples homenajes a la obra original que encontramos en este cómic cuyo título no deja lugar a dudas: Little Nemo, regreso a Slumberland. Y en el capítulo del dibujo, que es donde estaba el mayor reto por las insuperables ilustraciones de McCay, encontramos al chileno Gabriel Rodríguez, un sólido autor conocido por el cómic de terror Locke & Key y que firma para la ocasión unas páginas realmente espectaculares. Personajes entrañables, como el Rey Morfeo, la Princesa de Slumberland, Bombón, el chico de caramelo o el travieso Flip recorren escenarios de fantasía y viven situaciones que sólo pueden ocurrir en los sueños en unas páginas llenas de color y que constituyen un auténtico deleite visual.

Ideada al principio para el mercado infantil, Little Nemo, regreso a Slumberland ha ganado este año el premio Eisner, el considerado Oscar de los cómics, a la mejor serie limitada. El mejor reconocimiento a un álbum delicioso, cuyos dibujos se pueden disfrutar durante horas, y que publica en castellano la editorial Planeta Cómic. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo