Se sentía enamorado, excitado, caliente. Su objeto de deseo a dos metros escasos. Con esa carita inocente. Agradeció al cielo que no se le notara y dedujo íntimamente que esa sería la idea de quien diseñó la holgada sotana. Una sonrisa boba asomó en su comisura.
Roberto Moso
Y aquí acaba la historia de este blog de Pompas de Papel. A partir de…
Última entrega por esta temporada del concurso de Pompas de Papel en el que Bego…
Sardinerak es el quinto título de la colección de álbumes trilingües Ipuinak que edita la…
Gizakiaren bizitza distantzian egiten den ekintza baizik ez denez, Edalontzi baten barruan dir-dir egiten duen…
Es el autor de este libro un ciudadano sensato que, preocupado por el futuro del…