Pompas de papel

La escritora de Oiartzun, Goiatz Labandibar, nacida en 1985, se ha inspirado en una serie de fotografías para escribir su nuevo libro, Fotogramak. Las imágenes, en blanco y negro y muy narrativas, de mucha transmisión, pueden observarse en un sitio web de la editorial Elkar. Merece la pena hacerlo, además de por descubrir el trabajo de distintos fotógrafos, por conocer los hilos exactos de los que ha tirado Labandibar para escribir sus historias. Sabremos entonces qué le venía dado, digamos, y hasta qué punto ha puesto a trabajar a su imaginación, y ya os puedo adelantar que bastante.

Labandibar, que tras obtener la beca Igartza, publicó en 2013 el libro Geltokiak edo Helduta entzuteko abestiak, ha compuesto ahora una colección de relatos que transcurren en distintos lugares del mundo. París, Berlín, Nueva York o Barcelona son algunos de los escenarios en los que tienen lugar historias en las que los personajes desean conocer el verdadero amor, o fingen ser madres, o deciden abortar. La lealtad, la ternura, la libertad, el deseo, la dignidad, la fatuidad, y la hipocresía son algunos de los temas que aborda este trabajo en el que podemos encontrar destellos que nos recuerden desde un Scott Fitzgerald a una Toni Morrison, pasando por un Bohumil Hrabal.

Hay varios cuentos que me han gustado especialmente. Uno de ellos tiene como protagonista a una niña negra que al cumplir diez años va a recibir un regalo de la mujer blanca para la que trabaja su madre. La niña desea unos zapatos negros para poder bailar en el patio del colegio con un grupo que exige que sus componentes lleven ese calzado. Se trata de un relato en el que se impone la alegría, a pesar de que transcurra en Sudáfrica, durante el aparheid, a pesar de aquellas condiciones. También es fácil empatizar con una joven a la que su familia le organiza suntuosos bailes con el único propósito de que encuentre un buen marido, alguien de la alta sociedad, aunque finalmente será un camarero quien se cruce en sus vidas.

Fotogramak está publicado en la colección Ateko bandan de la editorial Elkar, una colección destinada a las personas, jóvenes o no tan jóvenes, que se inician en el hábito de la lectura. Y desde luego no será este un libro desalentador ya que se lee con muchísimo agrado y las historias, tan distintas entre sí, ofrecen una lectura estimulante.

Txani Rodríguez