Vallee_dordogne
Languedoc Roussillon Midi Pyrénées es una región para saborear, no sólo para alcanzar. Recorrerla, pasearla, visitarla y disfrutar de cada metro que nos ofrece es posible gracias a los diferentes tipos de recorridos habilitados para el viajero, que incluyen rutas en bicicleta, pie o barco.
El Canal des Deux Mers en barco
Bajo el abrigo constante de la sombra, el Canal des Deux Mers es una vía de agua única en su género, sin corriente, construido por la mano del hombre. Se compone del Canal du Midi, creado en el siglo XVII por Pierre-Paul Riquet y clasificado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y del Canal de Garonne, abierto a la navegación en 1856. Entre los dos unen el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico.
Desde principios de abril a mediados de octubre están disponibles las gabarras holandeses “Rosa” y “El pontón Saint-Louis” para recorrer el canal des Deux Mers. “Rosa” tiene capacidad para ocho pasajeros y viaja desde Burdeos a Carcassonne acompañada de un chef que sirve a los ocupantes comidas y vinos locales. “El Pontón Saint-Louis”, por su parte, recorre el canal de Garona entre Montauban y Burdeos, también con un chef propio a bordo.
Conques
El peregrino compostelano en Rocamadour
La imagen repentina de Rocamadour, ciudad medieval colgante, al dar una curva resulta, no por sorprendente, menos mágica. La ciudad fue edificada en niveles superpuestos en la ladera y se encuentra suspendida sobre un cañón por el que discurre el río Alzou.
Ya en el siglo XII, los peregrinos recorrían toda Europa para venir a orar aquí, al pueblo que guardaba las reliquias de Saint-Amadour y era santuario de la Virgen Negra. Hoy en día, el mismo Camino de Santiago tiene una variante que se interna en el histórico pueblo, para sentir de verdad lo que significa ser un verdadero peregrino medieval. Rocamadour, con su majestuosidad y su historia, no deja a nadie indiferente.
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Emulando a los mejores ciclistas del mundo
La ascensión al Puerto del Tourmalet o recrear las pedaladas de las mejores etapas del Tour de Francia en los Pirineos son algunas de las razones por las que ciclistas de todo el mundo acuden a esta región francesa con la bicicleta a cuestas. Deportistas, apasionados, aficionados e incluso alguno que otro en peor forma (pero con ayuda tecnológica), todos pueden intentar emular a sus ídolos recorriendo Luz Ardiden, Hautacam, Soulor o Peyresourde, entre otros.
Las oficinas de turismo de la región han puesto a disposición de los más intrépidos diferentes opciones para ayudarles a alcanzar su cumbre: fotos de recuerdo en la llegada a los puertos más importantes, carnets de ciclista sellados para aquellos corredores que completen un determinado recorrido, chips electrónicos para cronometrar la ascensión o, lo dicho, bicicletas eléctricas para aquellos que necesiten una pequeña ayuda en el ascenso.
Sea como sea, las diferentes rutas de Midi-Pyrénées conjugan paisaje con cultura. Perderse, alejarse del camino establecido, descubrir secretos y compartir momentos únicos son algunas de las cosas a las que invita la región más soleada de Francia. No hay tiempo que perder.
