La primavera se conoce como el período de la nueva vida, donde la naturaleza despierta y las flores dan color al paisaje. En Sudáfrica, el 1 de septiembre marca el comienzo de este período del año. Aun así las plantas primaverales pueden florecer desde principios de agosto y mantener sus flores hasta octubre.
Esta época convierte a la Nación del Arcoíris en todo un espectáculo de la naturaleza y Turismo de Sudáfrica propone una serie de sugerencias para disfrutar del encanto de la floración.
En la costa este, Namaqualand, caracterizada por poseer un paisaje árido, se llena de flores en casi la totalidad del territorio. Tras las lluvias previas a la primavera, el paisaje se trasforma en una alfombra de margaritas con colores increíbles, digna de competir con cualquier maravilla natural. El Parque Nacional, con sus 3.500 especies, es el mayor espectáculo de flores en la tierra y se considera un fenómeno natural y una de las maravillas botánicas del mundo.
Kroonstad, entre Bloemfontein y Johannesburgo, es un tesoro en torno a septiembre y octubre, cuando florecen los girasoles formando una manta dorada de flores que colorea el paisaje.
En el país del Cosmos, como su propio nombre indica, la multitud de flores del cosmos convierte a esta región de Mpumalanga en un arcoíris rosa, morado y blanco. Aquí, las praderas abiertas transforman el paisaje natural en un caleidoscopio de color.
