Pompas de papel

A Manuel Jabois le conocíamos por su visitado blog Apuntes en sucio, donde cuelga sus textos, tocados casi siempre por el humor. Sabíamos también que con veinticinco años ganó el prestigioso premio de periodismo “Julio Camba” y que, desde luego, sabe escribir. Bien, pues con La estación violenta, publicada en gallego en 2008 y editada recientemente en castellano, hemos podido conocer su faceta de narrador. Esta novela reflexiona sobre la engañosa sensación de invulnerabilidad que, muy a menudo, se experimenta en la juventud. La historia parte del reencuentro del narrador con una pareja con la que compartió una vertiginosa etapa de su vida. Ellos, especialmente la protagonista, la joven Claudia Córdoba, quisieron vivir mucho, y muy rápido, sin dejar de prometerse un futuro a la altura de sus ambiciones. Pero la naturaleza feroz e imbatible del tiempo les mostrará, con bastante crudeza además, una evidencia no siempre tan detectable: que eran frágiles. La estación violenta es la crónica de un descenso a los infiernos en la que, a pesar de todo, el amor consigue no quedar convertido en cenizas. De hecho, sobrevive la entrega al otro –a veces, una entrega total- en unos personajes erráticos.

Esta novela es, como decíamos, una ópera prima y adolece de ciertos titubeos, sobre todo, estilísticos; sin embargo, Jabois ha conseguido mantener la tensión narrativa hasta el final y, con ello, que la curiosidad lleve decididamente al lector hasta la última página; es decir, ha conseguido, quizá, lo más importante.

Txani Rodríguez