Pompas de papel

El llamativo título de este cómic, Vietnamérica, es suficiente para atraer la atención e iniciar su lectura. Y basta con las primeras páginas para darnos cuenta del alcance de una obra que es algo más que narrativa dibujada. Se trata, ni más ni menos, que del tributo que rinde a su familia y al país del que procede un dibujante nacido en EEUU, pero cuya existencia está marcada a fuego por las raíces vietnamitas de sus padres.

G.B. (Gia Bao) Tran, que así se llama el autor, nace en Carolina del Sur en 1976, un año después de la llegada de sus progenitores a territorio estadounidense. Crece como un joven americano, con todas las influencias de la cultura y el modo de vida de ese país. Sin embargo, en su hogar flota continuamente el eco lejano, la memoria oculta de un drama que obligó a su familia a huir de Vietnam en busca de una nueva vida, en busca de esperanza.

Y es así, tras años ignorando los orígenes familiares, y después de viajar a Vietnam por los funerales de sus últimos abuelos, cuando Gia Bao Tran decide investigar y contar la historia de sus padres, que es la de decenas de miles de vietnamitas que abandonaron su tierra en 1975, tras la retirada de las tropas estadounidenses y el triunfo del Vietcong.

Personas que estudiaron, trabajaron y crearon una familia en una nación marcada por la guerra durante varias décadas del siglo XX. Primero fue la invasión japonesa, luego la guerra con Francia y después, la más terrible, contra EEUU. Conflictos bélicos que dividieron a la sociedad vietnamita y al propio país: el norte controlado por los comunistas y el sur por los pro-occidentales. En ese caldo de cultivo terrible vivió su vida la familia de Gia Bao Tran. Es estremecedor contemplar a unos chavales hincando codos para acceder a becas y poder cursar una carrera, a un joven maestro ejercer su vocación con entusiasmo, a los niños jugando, a la gente relacionarse, trabar amistad, enamorarse, celebrar fiestas. Digo estremecedor, porque este cuadro cotidiano se pinta sobre el telón de fondo de la guerra. El ser humano, sea cual sea la circunstancia, siempre trata de vivir una vida lo más normal posible. Y eso es lo que hizo la familia de Gia Bao Tran, a pesar de la presencia militar, primero francesa luego estadounidense, de la cercanía cada vez mayor de las tropas del Vietcong y de la sensación de un caos paulatino que estalla de forma inevitable.

Impresionante cómic, este Vietnamérica, con el mérito añadido de que no alberga ni odio ni rencor… Una gran obra, publicada en castellano por Norma Editorial.

Iñaki Calvo