Pompas de papel

Alemania, el motor económico de Europa, el gran hermano que vigila y controla el gasto de sus vecinos, el país de la eficacia y la disciplina, no es tierra fértil en autores de cómic. En los últimos 25 años apenas dos autores, Matthias Schulteiss y el inefable y genial Ralf König, han triunfado en el noveno arte fuera de las fronteras germanas. Es por eso agradable, y también sorpresivo, encontrar un buen cómic reciente firmado por autores alemanes. Y este es el caso de Espíritu maligno, una magnífica historia que firman el guionista Peer Meter y la dibujante Gerda Raidt. Una novela gráfica basada en los recuerdos infantiles de Harry Wallmann, un anciano que visita el barrio donde vivió de niño al enterarse de que van a demolerlo. Su paseo por las calles sucias y abandonadas le lleva hasta la librería donde compraba los cómics de terror que marcaron su infancia. Y allí, mirando el escaparate y la fachada del edificio vacío, Harry recuerda. Recuerda al propietario del local, que le animaba a la lectura de tebeos, pero también al director de su colegio, un ex-militar, seco y adusto, que despreciaba los cómics y a quienes los leían.

Un relato sutil e intenso, ubicado en los años 50 del pasado siglo, en una Alemania con las heridas de la Segunda Guerra Mundial todavía muy frescas y viviendo el trauma de la división entre el Este y el Oeste. Los recuerdos del anciano Harry nos trasladan a aquella época, y vemos al entonces niño disfrutar con los tebeos como sólo se consigue en la infancia. Suceden cosas pequeñas, cotidianas, y ocurren dos tragedias, dos muertes que marcan a nuestro protagonista, que le llevan a buscar soluciones en los cómics de terror y que dan lugar al título de esta historia, tan engañoso como auténtico, y que se entiende perfectamente al terminar la lectura. Destacar, además, el trabajo de la dibujante Gerda Raidt, maestra en el uso de los lápices para dotar a esta historia en blanco y negro del ambiente onírico que necesita y que le da un encanto especial

Espíritu maligno es un cómic espléndido, que confirma a Peer Meter como uno de los más destacados guionistas del momento en Europa. Obras suyas anteriores son dos cómics tremendos, protagonizados por los dos mayores asesinos en serie de la historia de Alemania: la envenenadora de Bremen y el carnicero de Hannover. Y ahora está trabajando en una serie sobre el Tercer Reich. Habrá que seguirla muy de cerca.

Iñaki Calvo