Pompas de papel

Sorprendente. Así puede definirse El bosque de las vírgenes, un cómic soberbio de aventuras y fantasía que bebe de las fuentes de los cuentos clásicos, como La bella y la bestia o Caperucita Roja, de narraciones inmortales, como Drácula o El hombre lobo, y de las leyendas de seres mitológicos. El guión es del veterano y prolífico Jean Dufaux, y el dibujo corre a cargo de Béatrice Tillier que, con esta obra, se ha situado entre los grandes autores del cómic francobelga.

La historia transcurre en un país europeo, allá por el siglo XVI, donde los hombres y las bestias llevan tiempo enfrentados en una terrible guerra. Hartos del derramamiento de sangre, ambos bandos llegan a un acuerdo para poner fin a la contienda, una paz rubricada por el matrimonio entre Lobo de Fuego, hijo del líder de las fieras, y Alba, la hermosa hija de un noble humano. Pero esa noche nada sale como estaba previsto, el lobo muere, la bella huye y la guerra estalla otra vez entre bestias y hombres.

Pasa el tiempo y ningún bando consigue imponerse. Las fieras son más fuertes y no conocen el miedo en combate, pero los humanos cuentan con arcabuces, armas de fuego que diezman las hordas rivales. En este empate infinito las dos partes tratan de buscar una solución que incline la balanza a su favor: los lobos, un líder carismático, y los hombres a un misterioso Maese Clam, que vive al margen de la sociedad y cuyos poderes son legendarios. Este personaje, que cuando sale la luna llena se convierte en hombre-lobo, conocerá y se enamorará de Alba, la joven huída al principio del relato y que ha encontrado refugio en el Bosque de las Vírgenes, lugar en el que habitan faunos, centauros, arpías y sirenas, seres mitológicos, mitad animal mitad humanos, que no pertenecen a ninguno de los bandos enfrentados. Después de sobrevivir a muchas y violentas vicisitudes, Clam y Alba se convierten en la última esperanza para poner fin a la guerra, y el enlace del licántropo y la joven doncella sellará la paz entre bestias y humanos que, no obstante, seguirán desconfiando para siempre.

Estamos ante un bello cuento maravillosamente ilustrado por Béatrice Tillier, que desarrolla un trabajo impecable dibujando personas, animales antropomorfos y seres mitológicos, y que pinta con igual arte escenas de amor y crueles matanzas. Un cómic más que recomendable, El Bosque de las Vírgenes, para leer al calor del fuego en las noches de invierno y publicado en castellano por Yermo Ediciones. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo