Pompas de papel

El Salón del Cómic de Angoulême de este año ha supuesto el reconocimiento definitivo para Riad Sattouf, un autor de madre francesa y padre sirio que se llevó a finales de Enero el gran premio del certamen con su obra El árabe del futuro, un acercamiento ligero en apariencia pero crudo y sin concesiones a la vida cotidiana en Libia y en Siria, dos países que fueron esperanza de un nuevo tiempo y que hoy son escenario de caos y conflicto, ejemplos paradigmáticos de la crisis que atenaza a gran número de naciones árabes desde que accedieron a la independencia.

Con su enorme capacidad narrativa y su dibujo de trazo humorístico, Riad Sattouf hace un duro ejercicio de memoria, un auténtico exorcismo personal y familiar, y utiliza sus recuerdos de infancia y juventud para ofrecer a nuestros ojos occidentales un revelador fresco que nos ayuda a situarnos históricamente y a entender lo que ha sucedido y sucede en esa zona convulsa del mundo que se ubica en el norte de Africa y en Oriente Medio.   El padre de Riad Sattouf, Abdel Razak, es un joven y brillante universitario sirio que, a principios de los 70, consigue una beca para estudiar la carrera de Historia en La Sorbona. Allí conoce a la que será su esposa y, en 1980, cuando el pequeño Riad sólo tiene dos años, la familia se traslada a la Libia gobernada por Muamar El Gadafi, donde el padre ha conseguido una plaza de profesor. Es un hombre formado en el exterior y cree firmemente en la educación como el instrumento que hará que el mundo árabe abandone el oscurantismo religioso y entre en la senda del progreso. Después de una poco alentadora experiencia en Libia, la familia Sattouf vuelve una temporada a Francia, y el padre consigue un nuevo trabajo en Siria, su país de origen, una dictadura militar de corte comunista liderada por Hafet El Asad.

En estos escenarios transcurren los cuatro primeros años de vida del futuro dibujante Riad Sattouf, y su memoria de niño retrata un duro choque de civilizaciones, grotescas situaciones infantiles, calles sucias, mercados desabastecidos, cortes del suministro eléctrico, construcciones de mala calidad, corrupción y una sociedad atascada, resentida y traumatizada por las derrotas militares ante Israel.

Sin malicia, como sólo puede contarlo un niño de cuatro años, y bajo el irónico título de El árabe del futuro, Riad Sattouf firma la primera entrega de una obra indispensable, uno de los grandes cómics del año que publica en castellano la editorial Salamandra.

Iñaki Calvo