Pompas de papel

Nunca es tarde para recomendar un buen cómic, aunque se trate de una serie de la que ya se han publicado cuatro álbumes con dos grandes arcos argumentales. La serie en cuestión lleva el nombre de su protagonista, Silas Corey, un periodista reconvertido en detective tras combatir en la Primera Guerra Mundial en las filas del ejército francés y vivir en sus propias carnes los horrores del campo de batalla. Con el inestimable apoyo de su ayudante, un vietnamita llamado Nam, Silas Corey hizo frente en su primera aventura a la Red Aquila, la telaraña del espionaje alemán que operó en Francia durante la Gran Guerra. Una historia trepidante, escrita por el gran guionista francés Fabien Nury, que combinaba hábilmente los elementos históricos y la ficción. El cómic, publicado a finales de 2013, se leía de un tirón y nos dejó con muchas ganas de disfrutar de nuevas andanzas de Silas Corey.

Y ahora, casi tres años después, la espera ha terminado. El detective hosco, desengañado e implacable vuelve a la carga con su segunda aventura, El testamento de Zarkoff, una continuación de La Red Aquila que se sitúa en los meses posteriores al fin de la Primera Guerra Mundial. Francia celebra la victoria y el fin de la carnicería, pero en el corazón de la Europa destrozada por las bombas y los gases venenosos laten fuerzas siniestras que aspiran a un nuevo orden basado en la mitología nórdica y la pureza de la raza aria. Un personaje clave de la trama y que ya apareció en la primera entrega de la serie es Celestine Zarkoff, anciana empresaria que ha hecho fortuna vendiendo armas durante la guerra y que está a las puertas de la muerte por una grave enfermedad. Por azares del destino, pues se odian mutuamente, Silas Corey es contratado por la vieja Zarkoff, que le hace un insólito encargo. La misión lleva a nuestro protagonista y a su ayudante hasta la ciudad alemana de Munich donde, sobre los rescoldos del descontento social y la humillación de la derrota, se ha proclamado la república soviética de Baviera. En el otro lado de la balanza, gente muy peligrosa prepara su llegada al poder bajo una bandera adornada por una esvástica.

Por segunda vez, Fabien Nury utiliza datos históricos para fabricar una intriga magistral, uno de los mejores cómics de acción y espionaje que se están publicando actualmente y que nos mantiene pegados al sillón hasta la última página, apoyado en los ágiles dibujos de Pierre Alary, ilustrador procedente del cine de animación que da un enorme ritmo a sus viñetas. No os perdáis El testamento de Zarkoff, segunda entrega de la serie Silas Corey, publicada en castellano por la editorial Dibbuks.

Iñaki Calvo