Pompas de papel

Lo primero, una confesión: desde mi muy lejana adolescencia mi autor favorito de cómics es Richard Corben. Este estadounidense nacido hace 75 años en Missouri y residente en Kansas, irrumpió en el mundo de la narrativa gráfica a finales de los 60 y, desde su llegada, nada volvió a ser igual. Su estilo incomparable, con un dibujo casi tridimensional y fantasía desbordante, se hizo pronto hueco en el cómic underground. Luego llegaron sus historias para las revistas de terror Creepy y Eerie, del editor James Warren, y después su definitiva consagración en la legendaria Heavy Metal. Sus campos preferidos siempre han sido el terror y la ciencia ficción, y ha hecho incursiones en series como Hellboy, Hellblazer, Conan el Bárbaro, Batman, Hulk o Punisher.

En los últimos años, sin embargo, se ha centrado en dos grandes escritores, H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe. Adaptando sus relatos o dibujando historias inspiradas en los peculiares universos de ambos, Corben ha firmado algunas de las mejores páginas del cómic contemporáneo. Y a todas ellas se une ahora su última obra, El dios rata, una inquietante historia que se desarrolla en parte en escenarios imaginados por Lovecraft: la universidad de Miskatonic y la ciudad y el condado de Arkham. Estamos a principios del siglo XX y Clark Elwood, joven de buena familia, conoce en la universidad a Kito, una bella estudiante originaria de un remoto pueblo del Norte. Obligado a separarse de ella contra su voluntad, Clark va en busca de su amada al lugar del que procede, un villorrio miserable habitado por individuos cuyas facciones, algunos más otros menos, son una mezcla de roedor y de ser humano. Allí, nuestro protagonista tendrá que luchar contra todo y contra todos para rescatar a Kito, incluidos siniestros lugareños, leyendas amerindias, cultos ancestrales y un ser terrorífico, el Dios Rata, amante de los sacrificios humanos y cuya sombra insana se cierne a lo largo de todo el relato.

Con estos ingredientes, Richard Corben elabora un cómic fascinante, un alarde de dibujo y color, con escenas que obligan a ser vistas una y otra vez, personajes poderosos y un sentido homenaje a los nativos que poblaban América hasta la llegada del hombre blanco. Yo me he leído ya dos veces El dios rata, y seguro que no será la última. Amantes o no del terror, no os perdáis esta nueva obra maestra del gran Richard Corben publicada en castellano por Planeta Cómic.

Iñaki Calvo