Pompas de papel

Dolores Redondo ha vuelto a las librerías. Y lo ha hecho con una novela, Todo esto te daré, ganadora del Premio Planeta, en la que no está Amaia Salazar, la policía foral que protagonizó la exitosa serie criminal Trilogía del Baztan. Una serie que en marzo llegará a las pantallas cinematográficas, con la adaptación de la primera de la novelas, El guardián invisible, que dirige en estos momentos Fernando González Molina y protagoniza Marta Etura. Si recuerdo todo esto es porque entre esta última novela, autoconclusiva y que aparentemente nada tiene que ver con la trilogía, sólo que es una historia criminal, hay muchos más puntos en común de lo que pudiera parecer.

La novela cuenta la historia de un escritor, Manuel Ortigosa, que recibe la noticia de que su marido, Álvaro Muñiz de Dávila, acaba de morir en un accidente de coche en Galicia. El protagonista queda arrasado emocionalmente por los acontecimientos. Pero después del dolor comienzan a surgir las preguntas. La primera y más importante, ¿qué hacía en Galicia su esposo cuando se suponía que estaba en Cataluña trabajando? Porque Álvaro era publicista, dirigía una de las grandes empresas del sector en España y estaba a punto de cerrar en Barcelona uno de sus grandes contratos. En busca de respuestas viaja a tierras gallegas y allí descubre una cantidad tremenda de secretos escondidos, entre ellos que su marido era un marqués y que su familia vive en uno de los grandes pazos del país. Una familia con la que prácticamente no se relacionaba por su condición sexual y algunas cosas más que iremos descubriendo poco a poco. El asunto se complica aún más cuando un guardia civil recién retirado le dice que su marido ha sido asesinado. Y juntos, a pesar de la homofobia del guardia, Nogueira, emprenden una investigación en la que son ayudados por Lucas, un sacerdote amigo de la infancia de Álvaro.

La novela, como decíamos, tiene mucha relación con las obras anteriores de Dolores Redondo. De nuevo hay una familia conflictiva y con secretos. De nuevo acecha la presencia del mal, a la gallega, con el diablo, “o meigallo”. Y de nuevo hay niños amenazados. Lo sabemos desde que vemos a esa ricura de tres años llamada Samuel, el hijo del hermano menor de Álvaro muerto de una sobredosis de droga, aparición que hace que se nos encoja el corazón. De nuevo además también hay un paisaje maravilloso, que puede ser a la vez amenazador, como el de la Ribeira Sacra y sus viñas colgadas de las laderas del río Sil.

Pero hay también algunas diferencias con respecto a las otras novelas de Dolores Redondo que, a mi parecer, engrandecen el texto. Primero, que el protagonista sea un homosexual casado. Un interesante cambio del punto de vista, porque lo normal es que cualquier autor habría apostado por un hombre que pierde a su mujer, o una mujer que pierde a su marido. Interesante también que el protagonista sea un escritor, porque le sirve a la autora para introducir varias reflexiones sobre la literatura como que algunos escritores deciden “escribir para esquivar la tristeza” o que la mayoría de los autores necesitan encontrar su “palacio” interior para abstraerse y crear. Es además una novela que habla del amor, pero desde una perspectiva novedosa, la de las extrañas dependencias que pueden provocar las relaciones amorosas en las parejas y que pueden provocar que un miembro de la pareja se convierta en el sustento o en el apoyo absoluto del otro. Y es una novela con una intriga poderosa, pero una intriga que se rinde a veces, y desde mi punto de vista muy inteligentemente, a una narración que deriva por momentos en melodrama, en el mejor sentido de la palabra.

Todo esto te daré es un paso adelante en la carrera literaria (sí, literaria) de Dolores Redondo, cada vez más escritora, cada vez más dominadora de los recursos de la narración y sus ritmos. Muy recomendable.

Enrique Martín