Pompas de papel

Hace 3 años el premio de novela gráfica impulsado junto a la FNAC por la desaparecida editorial Sins Entido recayó en la  obra Un médico novato, firmada por Sento Llobell, uno de los miembros más destacados de la conocida en los ochenta como Nueva Escuela Valenciana. El retorno al noveno arte de Sento tras muchos años dedicado a la publicidad y la ilustración fue una gran noticia, y también que lo hiciera con un cómic ambientado en la Guerra Civil, pues su publicación coincidió con el 75 aniversario del fin del conflicto bélico provocado por el golpe franquista. Gracias a Un médico novato conocimos a un familiar del dibujante Sento, el doctor Pablo Uriel, un joven galeno recién licenciado que, en el verano de 1936, hace sus primeras labores como médico en el pueblo riojano de Rincón de Soto.

Allí le coge el estallido de la guerra, y la llegada de grupos de requetés y los primeros fusilamientos le hacen entender rápidamente la magnitud de la tragedia que se avecina. A los pocos días recibe la orden de alistarse en el ejército franquista y tiene que volver a Zaragoza, su ciudad natal. Tras conocer que su hermano Antonio ha sido fusilado, Pablo es hecho prisionero por “rojo“, por su supuesta simpatía hacia partidos políticos o sindicatos de izquierda. Recluido en la Academia Militar de Zaragoza el joven doctor Uriel y sus compañeros de celda sufren una auténtica agonía al escuchar cada tarde los pasos de las botas militares y el ruido de un cerrojo que se abre, signo inequívoco de que otro preso es llevado al paredón. Finalmente, y gracias a la lucha incansable de su familia, Pablo sale de la cárcel.

Así termina la primera parte de lo que luego se convertirá en una trilogía con dos entregas más, Atrapado en Belchite y Vencedor y vencido que, aunque parezca increíble, tuvieron que ser autopublicadas por su autor. Atrapado en Belchite cuenta la historia del doctor Uriel ejerciendo como médico en el bando franquista, hasta que es hecho prisionero por los republicanos en la terrible batalla de Belchite. Se salva del paredón gracias al testimonio de personas que le aprecian como médico y ejerce de nuevo su profesión en el frente republicano, en Valencia, hasta el fin de la contienda.

Estamos ante una auténtica obra maestra a la que la editorial vasca Astiberri ha hecho justicia publicando sus tres partes en un único tomo integral bajo el título de Dr. Uriel. Un cómic imprescindible, un canto al humanismo en tiempos de guerra basado en los documentos celosamente guardados por una familia llena de profesionales sanitarios. Dr. Uriel es, además, un gran ejercicio de recuperación de la Memoria Histórica elogiado en el epílogo por el prestigioso hispanista Ian Gibson. No os perdáis este espléndido libro que no puede faltar en ninguna biblioteca y que está marcado en su inicio por una memorable cita del escritor y militante comunista francés André Malraux: “Algunas guerras pueden ser justas, pero ningún ejército es inocente“.

Iñaki Calvo