Este es un párrafo de La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn. Este es un libro insólito, publicado en 1980, que intentó un cambio de perspectiva en la manera de ver y contar la historia. En general, toda la historia que se nos narra es el relato de la burguesía triunfante, la historia de los líderes políticos y militares que establecieron los principios de los estados nacionales. Muy pocos capítulos de los gruesos volúmenes de historia, se dedican en cambio a relatar la importancia del trabajo anónimo de la multitud de personas desconocidas que contribuyeron a la formación y al devenir de esos estados.
Frente a esa realidad injusta se situó el historiador y politólogo de Boston, Howard Zinn, quien tuvo el atrevimiento de contarnos la historia de su país desde la perspectiva de los que la padecen, de las clases populares, tal y como reza el título original de este libro: A people history of the United States. Para conseguirlo Zinn realiza un detallado relato de todas las opresiones sufridas por los criados blancos, esclavos negros, campesinos pobres, indios, mujeres y trabajadores industriales de los Estados Unidos, y sus revueltas e intentos de liberación, en el amplio espacio temporal que va desde la llegada de Colón hasta el pasado más inmediato, hasta la época de Clinton. El resultado es brutalmente desmitificador, y nos lleva a la conclusión de que los Estados Unidos, la supuesta cuna de la democracia moderna, utilizó continuamente el engaño y la violencia como instrumentos de dominación política.
Vayan como ejemplo solo algunos datos: tras acabar con todas las tribus indias que se opusieron al desplazamiento forzoso, y arrebatarle a México más de la mitad de su superficie, los Estados Unidos extendieron su influencia a los mares cercanos haciéndose con Cuba y Filipinas. La resistencia de los filipinos supuso una guerra que causó la muerte de más de un millón de personas, un genocidio sistemáticamente ignorado. Tras la Primera Guerra Mundial, el único sindicato de izquierdas del país, Industrial workers of the world, fue desarticulado meticulosamente por el FBI, y cualquier líder obrero incómodo resultó exiliado o ajusticiado. Desde ahí, el libro de Zinn sigue ascendiendo en el tiempo, en una escalofriante secuencia, hasta la época de Nixon y su bárbara actuación en Vietnam y los países del entorno.
Si es usted un admirador del estilo de vida americano, tendrá muchas dificultades para admitir la multitud de hechos violentos en que se basa, espléndidamente documentados por este libro, incluso es muy posible que quiera dejar de leerlo, pero yo les aconsejaría que siguieran hasta el final, porque no hay nada más saludable psicológicamente, se lo aseguro, que enfrentarse a la realidad.
Javier Aspiazu
Y aquí acaba la historia de este blog de Pompas de Papel. A partir de…
Última entrega por esta temporada del concurso de Pompas de Papel en el que Bego…
Sardinerak es el quinto título de la colección de álbumes trilingües Ipuinak que edita la…
Gizakiaren bizitza distantzian egiten den ekintza baizik ez denez, Edalontzi baten barruan dir-dir egiten duen…
Es el autor de este libro un ciudadano sensato que, preocupado por el futuro del…