Crecí en una isla, próspera,
en la segunda mitad del siglo veinte;
la sombra del Holocausto
apenas nos rozó.
Tuve una filosofía del amor, una filosofía
de la religión, ambas basadas
en mis primeras experiencias de familia.
Y si cuando escribí sólo usé unas pocas palabras
fue porque el tiempo siempre me pareció corto,
como si pudieran arrancármelo
en cualquier momento.
Y mi historia, de todos modos, no era única
aunque, como todo el mundo, tenía una historia,
un punto de vista.
Unas pocas palabras fueron todo lo que necesité:
nutrir, sostener, atacar.
Este es un poema de la estadounidense Louise Glück, una poeta más conocida en su país que fuera de él, pero que el Premio Nobel de Literatura 2020 ha colocado en el universo literario. Sus poemas, narrativos, parten de una mirada que disecciona los momentos, las sensaciones y los sentimientos. Ella mira más allá, y todo eso qué ve lo plasma de manera sencilla en poemas, que son todo menos sencillos. Louise Glück nació en 1943 en Nueva York. En 1968 publicó su primer poemario. En 1992 publicó uno de sus poemarios más interesantes, The Wild Iris, y por él obtuvo el Premio Pulitzer de poesía, uno de los más prestigiosos de las letras anglosajonas. Trabaja como profesora de literatura en la Universidad de Yale.
Goizalde Landabaso
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